Dengue: Una mirada exhaustiva a la enfermedad

El dengue es una enfermedad viral que sigue siendo una amenaza significativa para la salud pública en muchas partes del mundo. Transmitida por el mosquito Aedes aegypti, esta enfermedad ha demostrado ser más que una simple molestia; puede tener consecuencias graves e incluso mortales si no se maneja adecuadamente. Especialista en Infectología, Inmunología y Epidemología, ofrece una visión integral sobre esta enfermedad, desde su transmisión hasta el proceso de recuperación y las medidas preventivas esenciales.

¿Cómo se transmite el Dengue?

El vector de esta enfermedad es el Aedes aegypti, un mosquito que se distingue por sus manchas blancas en las patas y su capacidad de volar aproximadamente 150 metros desde su lugar de nacimiento. Este mosquito, que prefiere los entornos urbanos, se reproduce en aguas limpias y tranquilas. Contrario a la creencia popular, el dengue no se contagia de persona a persona; la transmisión ocurre únicamente a través de la picadura de un mosquito infectado.

El Proceso de la Enfermedad

El dengue presenta un período de incubación que varía entre 3 a 15 días, seguido de tres etapas clínicas:

• Etapa Febril: Los primeros cinco días están marcados por fiebre alta acompañada de síntomas como dolor detrás de los ojos, escalofríos, dolores musculares, erupciones cutáneas y manifestaciones hemorrágicas.
• Etapa Crítica: Entre el quinto y séptimo día, los pacientes pueden experimentar una mejora transitoria, pero cualquier reaparición de fiebre debe ser motivo de alerta.
• Etapa de Recuperación: A partir del séptimo día, la mayoría de los pacientes comienzan a recuperarse si no han desarrollado formas graves de la enfermedad.

Reconociendo los Síntomas y Complicaciones

Es crucial estar alerta a los signos de progresión a una forma más grave del dengue, como dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, sangrado de mucosas e irritabilidad. En estos casos, la intervención médica inmediata es esencial para evitar complicaciones graves.

Medidas Preventivas

La prevención juega un papel crucial en la lucha contra el dengue. La importancia de evitar picaduras de mosquitos, especialmente en personas febriles, para cortar la cadena de transmisión. El uso de repelentes, telas mosquiteras y la eliminación de criaderos de mosquitos son estrategias clave. Además, en caso de fiebre o dolor, se recomienda el uso de paracetamol en lugar de antiinflamatorios no esteroideos, para minimizar el riesgo de hemorragias.

El dengue es una enfermedad que requiere una comprensión profunda y una acción colectiva para su prevención y manejo.