Milei prorroga por decreto el presupuesto 2023 para el próximo año
El decreto se publicó este miércoles, prevé un déficit de 1,9% y una inflación del 60%. También establece ajustes en tarifas y en Educación.
El Gobierno de Argentina, encabezado por el presidente Javier Milei, oficializó la prórroga del Presupuesto para el año 2024 mediante el decreto 88, publicado en el Boletín Oficial el miércoles pasado. La medida, que ya está en vigencia, mantiene el presupuesto elaborado por el exministro de Economía, Sergio Massa, y aprobado por ambas cámaras legislativas.
El presupuesto prorrogado contempla un déficit fiscal del 1,9% y una inflación del 60%, a pesar de los ajustes realizados en las tarifas de electricidad y transporte. Cabe destacar que este presupuesto fue elaborado por Massa a finales de 2022 y aprobado en un contexto político que generó controversias y rechazos por parte de la actual administración.
Uno de los aspectos más destacados del decreto 88 es la concesión de discrecionalidad al Ejecutivo para manejar las cuentas del Estado. En el artículo 2, se otorga al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, la facultad de "adecuar oportunamente" las partidas según el contexto, lo que ha generado ciertas preocupaciones y críticas en la oposición.
Aunque el presupuesto prorrogado regirá desde el 1 de enero de 2024, el decreto especifica que comenzará a tener efecto a partir de su publicación en el Boletín Oficial, marcando así el inicio de su aplicación.
Es importante señalar que la ley de Presupuesto para el año 2023 fue aprobada sin el respaldo de Juntos por el Cambio en el Senado, aunque obtuvo algunos votos favorables en la Cámara de Diputados. En aquel momento, el actual presidente, Javier Milei, manifestó su rechazo al considerar el presupuesto como un "mamarracho nefasto", basando su posición en inconsistencias, problemas morales y lo que él describió como una "montaña de aberraciones".
La prórroga del Presupuesto 2024, con sus cifras y disposiciones, genera debate y cuestionamientos sobre la viabilidad de las metas establecidas, especialmente en cuanto a la inflación pronosticada del 60%, que contrasta con las estimaciones de diferentes sectores, incluyendo el propio Gobierno, consultoras privadas y el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central.
