Cantoni inició el camino, Evita siguió sus pasos
El 23 de septiembre de 1947, el presidente Perón promulgó la ley de voto femenino. La norma fue impulsada por su esposa Eva Duarte. En San Juan, la mujer ya había ejercido su derecho a voto en abril de 1928.
Una multitud de mujeres se congregó frente a la Casa Rosada el 23 de septiembre de 1947. Hasta hoy, no se recuerda en la historia argentina un acto con tanta participación femenina. No era para menos. Ese día, Evita les anunciaría la conquista de un derecho luego de un largo camino de lucha: el voto femenino. La primera dama había impulsado la ley que ese trascendental día promulgaba su esposo, el presidente Juan Domingo Perón. Sin embargo, las mujeres sanjuaninas ya gozaban de ese derecho desde 1928.
Cuando Aldo Cantoni asumió la gobernación de San Juan en 1926 avanzó en la reforma de la Constitución Provincial, proponiendo entre otras modificaciones que las mujeres sanjuaninas tuvieran los mismos derechos y obligaciones electorales que ya tenían los hombres en todo el país desde que se sancionó la Ley Sáenz Peña en 1912.
Al debatir el tema en la Convención Constituyente que se llamó para la reforma, Federico Cantoni, uno de los convencionales, dijo en su exposición que "la mujer es la más indicada para conocer los problemas y necesidades de la comunidad, ya que es ella y no el hombre la que afronta la realidad cotidiana de su hogar".
"No le falta capacidad cívica, por el contrario, con su inteligencia y, aún con su sola intuición demuestra que es igual, cuando no superior, al hombre", agregó el líder del bloquismo ante sus pares.
La modificación de la Carta Magna provincial posibilitó que las mujeres pudieran elegir y ser elegidas por primera vez en los comicios municipales celebrados en abril de 1928.
Tal fue el entusiasmo de las sanjuaninas, que el 97% del padrón femenino concurrió a las urnas. Además, en dicha elección, resultó electa Emilia Collado como intendente de Calingasta. Seis años después, Emar Acosta fue elegida diputada provincial, convirtiéndose en la primer mujer legisladora de Argentina y América Latina.
Este antecedente le valió a Evita para luchar por la ley del voto femenino a nivel nacional cuando Perón asumió en el sillón de Rivadavia. A medida que ganaba mayor protagonismo en el gobierno peronista, la primera dama aprovechaba cualquier acto para instar al reconocimiento de dicho derecho.
En agosto de 1946, el Senado dio media sanción al proyecto de ley, que tuvo que esperar hasta septiembre de 1947 para que Diputados sancionara finalmente la norma.
El 23 de septiembre de 1947, luego de recibir el decreto en donde se promulgaba la Ley 13.010, Evita debutó como oradora en el balcón de la Casa Rosada ante millares de mujeres. "Mujeres de mi patria: recibo en este instante del gobierno de la Nación la ley de nuestros derechos cívicos, sintiendo que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria", expresó la primera dama emocionada, ante el aplauso de la muchedumbre.
La nueva ley se puso en práctica recién en las elecciones presidenciales que se desarrollaron en diciembre de 1951, comicios en donde Juan Domingo Perón fue reelegido Presidente.
Evita pudo ejercer su derecho en la habitación del Policlínico de Avellaneda en donde estaba internada luego de una intervención quirúrgica a la que fue sometida. Hasta ese lugar le llevaron la urna para que pudiera emitir su voto por única vez en su vida. Ocho meses más tarde, en julio de 1952, fallecería.
