El fenómeno climático El Niño trae buenas perspectivas para San Juan

La sequía que actualmente afecta a la provincia de San Juan podría llegar a su fin debido a la presencia a partir de mediados del próximo mes del fenómeno climático llamado El Niño.

Este es todo lo contrario a La Niña que provocó la crisis hídrica que tanto afectó a la provincia, especialmente en la agricultura.

Según el climatólogo sanjuanino, Germán Poblete, con la llegada de El Niño "hay buenas perspectivas, aunque hay que ver con que intensidad se manifiesta".

Asegura que por los antecedentes repercutirá en mayor número de lluvias en El Litoral y en la Zona Núcleo que involucra lo que se denomina La Pampa Ondulada situada entre el noroeste de Buenos Aires, Santa Fe y parte de Córdoba.

En lo que se refiere a San Juan repercutirá en las nevadas en la Cordillera de Los Andes Central que es la que abastece de agua a los ríos cuyanos.

Esto adquiere gran importancia para nuestra provincia porque se estima que aumentará en gran medida el caudal de agua de los ríos San Juan y Jáchal que redundan en beneficio de los cultivos y la gricultura, principalmente.

Poblete compara que el fenómeno de El Niño en 1987 elevó el caudal del Río San Juan a 4 mil hectómetros cúbicos y en 1997 a 3.700, muy por encima de la media anual que es de 1.850.

Acota que "desde el 2010, salvo en 2015, hemos estado siempre por debajo de la media". Sin embargo, aclara que es algo difícil de determinar con anticipación y hay que esperar a que ocurra para medir los efectos.

El fenómeno

El climatólogo explica que "El Niño ya se está insinuando, principalmente en la costa peruana. A medida que vaya avanzando junio se va a establecer en gran parte del Pacífico Ecuatorial".

Detalla que se trata de una especie de "disparador, un elemento que potencia los factores a favor de las nevadas, lo que promueve los frentes y vaguadas que son las que generan la inestabilidad y las lluvias e inhibe los elementos negativos  que es el anticiclón del Pacífico Sur, que cuando está muy potenciado se forma una montaña de aire frío, pesado, de alta presión que impide la llegada de los factores y elementos precipitantes que provienen de las áreas subpolares".

Indica que El Niño "es un sobrecalentamiento de las aguas del Pacífico Ecuatorial y ese sobrecalentamiento se extiende hacia el centro del Pacífico. A su vez, tiene que haber una diferenciación de la presión entre el Puerto Darwin de Australia y la Isla de Tahití (que es  la isla más grande la la Polinesia Francesa)".

Clarifica que eso se llama oscilación del sur (ENSOS). "EN significa El Niño, que atiende a las temperaturas superficiales del mar del Pacífico Ecuatorial y Sos, que es la oscilación del sur que quiere decir un impacto de las diferencias de presión entre Australia y el centro del Pacífico donde esta Tahití".

Amplía que "cuando se conjuga todo eso, el patrón de la línea, que es lo contrario, el infriamiento del Pacífico Ecuatorial se revierte, pero para ello tenemos que ver si el disparador, que es El Niño , logra activar los otros factores que estan involucrados positivamente e inhibir los negativos".

Poblete revela que estos fenómenos "son absolutamente naturales pero no son tan cíclicos como se dice. Tienen un cierto ciclo de unos 7 años pero son irregulares".

Guiandose por los antecedentes afirma que "El Niño en general tiene un ciclo de un año. La Niña antes duraba un año y medio o dos, el último fue un caso excepcional que duró casi tres", y por eso provocó la crisis hídrica que hoy azota a gran parte del planeta.

"Hay que ver la naturaleza de El Niño porque no todos son iguales, ya que hay unos más intensos que otros".

Añade que las nevadas y lluvias se prevén con mayor intensidad para junio, julio y agosto, septiembre y octubre. "La probabiliadades de todos los centros internacionales hablan por lo menos hasta fin de año", concluye.