El orgullo de vestir el manto sagrado celeste y blanco
Es sanjuanino, tiene 15 años y es oriundo de La Bebida en Rivadavia. Hoy juega en River como lateral por izquierda, vive en la pensión del club y desde el lunes entrena con la selección Argentina de Pablo Aimar.
El tren que hace años dejó de pasar por San Juan, llegó mágicamente hace dos años a La Bebida.
Con su carita de ángel, con la espalda cargada con un título en infantiles y esa sonrisa sencilla, Emiliano Octavio Quevedo a los 13 años se presentó a una prueba de fútbol para un grande de la Argentina: River.
Era diferente a las que había tenido antes, sabía que varias personas lo miraban y encima eran del club de sus amores.
Volvió con su papá Marcelo a casa preguntándose que habrá pasado y que concepto dejó.
A los días tendría la respuesta y allí empezaron las primeras lágrimas de todos en la casa de los Quevedo-Tapia.
Todo era felicidad pero se sabía que el nene, el primogénito se iría a 1200 Km. en busca de su sueño.
Y en julio del 2021, Emiliano partió rumbo a Buenos Aires para llegar a River, el club de sus amores y el gran primer paso de su carrera.
"Empezó en la pre novena y luego pasó a la novena el año pasado. Este año forma parte del plantel de octava que juega en AFA", cuenta con orgullo el papá Marcelo.
El Chato, es un ícono del club Rivadavia, considerado uno de los mejores volantes por derecha de la provincia y que brilló en el equipo de La Bebida
Con esa herencia, Emiliano llegó a la ciudad deportiva millonaria, pero para jugar por la otra banda porque el joven de 15 años es zurdo.
"En la prueba que tuvo acá jugó como volante por izquierda, pero cuando llegó a River lo tiraron a jugar un poco mas atrás porque además de marcar tiene buena salida" remarca Verónica, experta en fútbol por acompañar a su marido y a su hijo después.
Hoy Emiliano está en la pensión de River y sus padres y hermana Camila sufren cada fin de semana esperando buenos resultados del nene.
"Viene de jugar con Boca y ganaron 2 a 1, estaba super contento, no solo por que es hincha sino porque está aprendiendo a sentir lo que es tener la camiseta de River cada fin de semana" cuenta Marcelo que ademas agrega que mantuvieron una charla con él lunes y ayer antes de las 5 de la tarde. Los horarios que se le permiten utilizar el teléfono son bien marcados.
Sin embargo la historia de Emiliano viviría el viernes pasado un momento de éxtasis total, cuando llegó la comunicación oficial a River de parte de la AFA.
Emiliano Octavio Quevedo estaba convocado para la primera serie de entrenamientos de la selección sub 15 de Argentina que se prepara el Sudamericano del mes de noviembre.
"Todavía estoy llorando, me emocionó de solo hablar. Cuando nos llamó el viernes dijo dos palabras y empezó a llorar y no sabíamos porque, después que nos pudo decir, los que lloramos fuimos nosotros. Es algo muy fuerte, pasó todo muy rápido nos sorprende el crecimiento que ha tenido y esto tiene que ver como es el cuidado que hace el club con los chicos. River no solo forma futbolistas, sino que forma jóvenes. Es increíble las notas que tiene en el instituto y como a los 15 años maduró de golpe" cuenta con orgullo el papa Marcelo.
El llamado a la selección sub 15 que dirige Pablo Aimar es todo un logro para el sanjuanino que entre las 20.00 y las 21.00 están autorizados a utilizar el teléfono solo para mensajes.
Para no molestar la consulta para el joven de La Bebida son por las sensaciones de llegar al predio de AFA y colocarse la indumentaria de la selección.
"Es increíble la sensación de caminar por el predio. De estar en el vestuario donde se cambia Messi y todos los grandes de la selección. Mis viejos me dijeron que disfrutara de cada minuto y lo estoy haciendo porque estas son experiencias únicas" contó en el mensaje Emiliano con una calidad y ortografía impecable.
Está claro que el estar de lejos de casa es una prueba difícil, pero que la va superando cada día.
"No somos máquinas que nos preparan para jugar. Hay un cuidado y seguimiento de cada jugador. Estar en la pensión me ha permitido no solo llegar a esta convocatoria, sino también poder ver de cerca a los jugadores de la selección y al técnico cuando vinieron a River. Ser alcanza pelotas, me tocó con Independiente y con Boca" cuenta desde Buenos Aires Emiliano con alegría.
Hoy será el último entrenamiento de la semana con la selección Argentina y luego deberá retomar las prácticas en River de cara a los partidos del fin de semana, porque la vida continúa, pero seguirá con felicidad porque Emiliano que comenzó jugando en la calle de su barrio hoy lo hace en River y como si fuera poco se calzó el buzo de la selección y soñaremos como él en verlo defender el glorioso manto celeste y blanco.
