21 °C San Juan
Miércoles 24 de Abril, 2024
Una multitud marcha a favor de la universidad pública en San Juan| Toca aca para leer mas...
Para ver esta nota en internet ingrese a: https://www.diarioelzondasj.com.ar/a/289930
Superclásico en las islas

El delirio de un River- Boca en Malvinas durante la guerra

Fue una idea de los militares, apoyada por ambos clubes y la revista Goles.

Saporiti (River) y Córdoba (Boca), promocionan el partido en Malvinas.

Recuperar las Malvinas no fue un delirio. Delirio fue el medio que se utilizó para lograrlo: el envio de tropas a las islas, hecho que condujo inevitablemente a una guerra, cuyas trágicas consecuencias no tuvieron en cuenta nuestros generales de escritorio. Y dentro de ese delirio, que se logró tapar en un principio con una campaña triunfalista, los militares decidieron organizar el superclásico del fútbol argentino en el territorio austral recuperado.


La idea de un River- Boca en las Malvinas se originó el domingo 25 de abril, cuando la flota inglesa ya se encontraba en el Atlántico Sur y se había adueñado de las islas Georgias del Sur, sin encontrar resistencia armada en el grupo de hombres comandados por el marino genocida Alfredo Astiz.


Durante ese fin de semana se jugó la denominada fecha de clásicos, correspondientes al Torneo Nacional, un campeonato que se privó de contar con la presencia de importantes jugadores como Maradona, Kempes, Fillol, Passarella, Olguín, Tarantini, entre otros tantos, que se encontraban concentrados con la Selección Argentina que se preparaba para el Mundial que se jugaría en España durante los meses de junio y julio.


El ex árbitro Juan Carlos Loustau relata lo que pasó ese domingo mientras dirigía Estudiantes- Quilmes en La Plata.  "Faltando algunos minutos para el final del encuentro, y con el Pincha ganando 1-0, la voz del estadio anunció que habían empezado los enfrentamientos en las Islas.

Cuando escuché eso por los altoparlantes, me impactó, perdí la concentración en el juego y frené el partido. Pensaba en esos pibes de 18 años que estaban peleando en las Malvinas y no podía seguir dirigiendo. Claro, los jugadores, con la adrenalina del partido, vinieron a pedirme explicaciones, sobre todo los de Quilmes que iban perdiendo, pero les hice entender lo que pasaba: nuestro país entraba definitivamente en guerra", recuerda el ex juez.


Finalizada la fecha y luego de ver el entusiasmo de la multitud que concurrió a la Bombonera para ver el empate en cero entre los clásicos rivales, a los militares se les ocurrió llevar ese circo a las islas. 


La idea inmediatamente encontró eco en la revista Goles, una de las más importantes de aquel momento. El semanario era dirigido por  Daniel Galoto, un periodista cercano al vicealmirante, Carlos Alberto Lacoste, un marino que manejaba en ese entonces el fútbol argentino entre sombras y muy cercano al presidente de la FIFA,  el brasileño Joao Havelange.


En la edición del 27 de abril, la revista Goles sacó en su tapa a Eduardo Saporiti, defensor de River, y a Carlos Córdoba, lateral de Boca, abrazados, con sus camisetas puestas, un mapa de las Malvinas detrás y el título: ¡Superclásico en las Islas!. 


La revista  explicaba que el partido era "en pro de ofrecer un matiz recreativo a los habitantes de las Islas y a los soldados argentinos que están allí convocados para defender nuestra soberanía", y agregaba que "posiblemente en los primeros días de la semana entrante ambos clubes concreten el  ofrecimiento para montar así el gran espectáculo en las islas recientemente ocupadas".


En la nota, Córdoba señalaba que  "este podría ser nuestro mejor aporte", mientras  Saporiti afirmaba que "sería un orgullo y una satisfacción enorme salir a jugar un clásico en las Islas,  pisando un suelo que por tantos años soñamos  que fuera nuestro".


La idea también era apoyada por los dirigentes de ambos clubes. "Veo con gran agrado la posibilidad de realizar un partido  entre Boca y River en las Islas Malvinas. Más aún, creo que es un deber patriótico de parte de nosotros,  los dirigentes, contribuir en la medida de nuestras posibilidades a todo aquello que sirva para alegrar a  nuestros valientes soldados que se encuentran en esas islas argentinas", decía Martín Benito  Noel, presidente de Boca.


En tanto el dirigente de River, Jorge Kiper, sostenía que "sería para mí una profunda emoción y alegría poder asistir a un partido  River-Boca en las Islas Malvinas. Una forma de prestar servicios al país, y a la comunidad, consiste en  apoyar totalmente la idea de llevar a los jóvenes argentinos que están en el Sur argentino ofreciendo sus  vidas en defensa de nuestra soberanía, la realización de este siempre impactante partido".


La delirante idea de los genocidas quedó en la nada. A medida que transcurrían los días y a pesar de la mentirosa campaña del gobierno militar que manifestaba que estábamos ganando las guerra, los ingleses avanzaban hacia Puerto Argentino ante la heroica resistencia de los soldados argentinos. El delirio, que dejó 649 soldados argentinos muertos y un sinnúmero de heridos, terminó el 14 de junio con la rendición de nuestras tropas.

Últimas noticias

Ver más noticias