Paco Rabanne: el adiós a uno de los pilares de la alta costura
A los 88 años falleció el arquitecto de la moda, un visionario que pensó el diseño de manera diferente y amplió sus horizontes de un modo casi imposible de catalogar.
Paco Rabanne, uno de los pilares de la alta costura murió a los 88 años. El diseñador fue considerado un "metalúrgico de la moda".
Se diplomó en Bellas Artes en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París. Su visión de las texturas y las formas lo acercaron hacia la moda, a diseñar junto a su madre accesorios -joyas y botones- para casas como Dior, Yves Saint Laurent y Pierre Cardin, hasta que, en 1964, decidió lanzar su propia marca y tan solo 2 años más tarde se presentó con diseños propios -como sus corbatas hechas de metal- y abrió un panorama distinto a la moda con nuevos materiales y técnicas, donde en ese primer desfile, Paco sostenía que sus vestidos no estaban diseñados para sentarse, sino para bailar.
Las modelos desfilaron y bailaron descalzas luciendo vestidos que llegaron a pesar 30 kilos. La colección tuvo el nombre de "12 vestidos inservibles en materiales contemporáneos". Estaba compuesta de prendas confeccionadas en materiales inusuales para el rubro, como el aluminio, el acero y el plástico.
Sus inquietudes fuera de lo convencional lo llevaron a presentar diseños impensados para la época. Tanto que, espantada por la modernidad de este joven diseñador, Coco Chanel lo llamó despectivamente "metalúrgico de la moda".
Sus diseños parecían inspirados en armaduras de Juana de Arco y, al mismo tiempo, en impensables escenas futuristas. Paco Rabanne se transformó en un diseñador de moda que entendía las formas con mentalidad arquitectónica.
Una estética que, a veces, llevaba a la realidad con telas. Porque, mientras que otros diseñadores creaban con aguja e hilo, Rabanne lo hacía con pinzas, remaches y metal. Su tarea como diseñador fue tan excéntrica como su estilo de vida. Aseguraba que en realidad nació hace 78.000 años, que había visto a Dios y a extraterrestres, y que en otra de sus tantas vidas fue una prostituta amante del rey Luis XV.
Con las fragancias, One Million, XS, Invictus u Olympia entre otros, así como con sus trajes, Rabanne entendía el primer impacto, olfativo y visual. No pasó mucho para que, con el correr de los años, su nombre pasara a ser reconocido por las nuevas generaciones más por sus fragancias que por su ropa.
En 1999 Paco se retiró de la moda y la casa abandonó su actividad de alta costura para centrarse en el prêt-à-porter. Desde las redes sociales oficiales de la marca le rindieron homenaje al "visionario diseñador" y aseguraron que "su legado seguirá siendo una fuente constante de inspiración".
Escribe: Nico Bravo
Director Creativo de Font Pagês
