Una mujer evitó un posible femicidio en Chimbas: estaba por darle un ladrillazo a su ex

Un lamentable caso de violencia de género casi termina en femicidio esta semana. Si no fuera por una mujer que apareció en el momento justo en que un hombre tenía un ladrillo en su mano y se preparaba para ejecutar a su ex, a quien le había advertido "te voy a matar",  hubiera terminado posiblemente en una tragedia.

El día pasado 12 de enero, aproximadamente las 7 de la mañana, en circunstancias en que el agresor y la víctima se trasladaban en un remís, comenzó una discusión entre ambos por el tema de los alimentos de la hija que tienen en común. Al llegar a la casa de la víctima, la misma le dijo que no se bajará si no le da plata para su hija, ante lo cual Arroyo le dijo al remisero que cambie el destino y que lo lleve a su domicilio en Chimbas. Al llegar al lugar, ambos descienden del vehículo y continúan la discusión en una plaza colindante a la casa de Víctor Arroyo, el agresor.

Según fuentes judiciales, en un momento dado de la discusión, Arroyo tomó a la víctima del cuello y la arrojó al piso y le rompió el celular para evitar que ella llame a la policía. La víctima, como pudo, se puso de pie, pero Arroyo volvió a tirarla al suelo donde le propinó numerosos golpes en distintas partes del cuerpo. Arroyo se incorporó y fue corriendo a tomar un ladrillo que estaba en otro sector de la plaza. Con dicho elemento en su mano, se dirigió nuevamente hacia donde estaba su víctima a quien le dijo "me cansaste, te voy a matar ".

Justo en ese momento, pasó por el lugar una mujer que advirtió la situación y que fue vista por Arroyo, quien inmediatamente arrojó el ladrillo y se dio a la fuga. Fue esta transeúnte ocasional quien dio aviso a la policía y le dijo a la víctima que se quedaría con ella hasta el arribo del personal policial, manifestándole además que no quería involucrarse más ya que es una vecina del agresor. Así, la mujer evitó lo que podría haber sido un nuevo femicidio en San Juan.

Al arribar el personal policial, el agresor se ocultó en el interior de su vivienda. Los funcionarios entrevistaron a la víctima y luego fueron hasta el domicilio de Arroyo, a quien le solicitaron que saliera. En vereda lo aprehendieron.

La víctima fue trasladada a dependencias de UFI CAVIG donde se realizaron los trámites de rigor procediéndose a la contención de la víctima por parte del cuerpo de Psicólogos, inspección médica y toma de denuncia. También se procedió al secuestro del teléfono celular, el cual quedó bajo la debida cadena de custodia.

Zafó de ir a la cárcel

Este jueves, fuentes judiciales indicaron que se resolvió en juicio abreviado condenar al imputado a cumplir la pena de 1 año y 3 meses de prisión de cumplimiento en suspenso. Además, le impusieron medidas de protección a la víctima: prohibición de acercamiento a 300 metros y prohibición de todo tipo de contacto.  El agresor deberá remitir actuaciones al Juzgado de Familia y dar intervención al Asesor Oficial de turno.