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Seis mitos sobre la carne de cerdo ¿es buena para la salud?

El consumo de carne de cerdo aumentó notoriamente en nuestro país luego de la pandemia, cada argentino ya come más de 20,5 kilos per cápita por año
Muchas veces escuchamos afirmaciones sobre el peligro de consumir este tipo de carne, pero ¿qué hay de cierto?

Por Lic. Natalia González MP Nº 180 Nutrición en obesidad y cirugía bariátricaEducación alimentaria de niños y adultos nutrisaludnataliagonzalez

La carne de cerdo es menos saludable que otras carnes:
El valor energético de los cortes magros, se encuentran por debajo de las 150 kcal/100 g por porción, lo cual la convierte en una buena opción para sumar proteínas en nuestros platos si buscamos cubrir una #dieta hipocalórica.
La carne de cerdo es más seca:
La carne de cerdo es muy jugosa por su infiltración de grasa en el músculo, solo debes evitar cocinarla a temperaturas exageradas.
No hay higiene en la crianza de los animales:
En Argentina para comercializar cualquier alimento se debe cumplir con toda la normativa sanitaria y buenas prácticas que exigen el Ministerio de Salud y el SENASA. Las granjas porcinas se encuentran permanentemente monitoreadas, para asegurar la buena #salud de los cerdos, su vacunación y las asesorías sanitarias correspondientes.
No es apta para niños ni ancianos:
Este tipo de carne es blanda, por lo que masticarla y digerirla, es fácil para todos, incluyendo niños, adolescentes, embarazadas, jóvenes, adultos y adultos mayores.
Puede causar alergias:
La alergia a la carne es considerada una reacción infrecuente, si bien, es cierto que algunos niños pueden presentar reacciones a la carne de cerdo o cordero, no es usual. En los casos en los que se manifiesta, tiene como responsable a una proteína llamada albúmina sérica bovina que queda inactiva con el calor, por lo que, si la misma está cocida, será bien tolerada.

Es menos nutritiva:
Entre sus aportes nutricionales, podemos encontrar el fósforo, zinc, hierro, vitaminas B1 y B12, entre otros.
Actualmente no existen suficientes estudios que ofrezcan certeza sobre si se debe limitar o excluir su consumo.
Por último, es importante recordar siempre la importancia de consultar con un nutricionista si podes incluir y en qué medida, este tipo de carne en tu dieta.

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