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Una receta para manejar las emociones en crisis

“El coaching se convierte en una herramienta indispensable para modificar nuestra vida”, destaca Marianela Camporro, especialista sanjuanina.Datos de contacto: mariancamporro_coach (instagram), [email protected].

Una especialista sanjuanina explica que se trata de un proceso de acompañamiento y entrenamiento que consiste en acercar a las personas en la consecución de los objetivos que ellos mismos se proponen y no logran aún.

Cada vez nos resulta menos extraña la palabra "coach". Podemos escucharla en el ámbito del deporte, de la danza o vinculada al desarrollo personal, entre otros.

Marianela Camporro es licenciada en Gestión Educativa, Profesora en Psicología, Coach Ontológico Profesional y Máster Coach en Relaciones Afectivas. También es Docente formadora de Coaches en la Escuela de Coaching de Relaciones, provincia de Bs. As. En esta nota, explica cómo el coaching puede mejorar la vida en el día a día.

"En términos generales, podemos decir que el coaching es un proceso de acompañamiento y entrenamiento que consiste en acercar a los clientes en la consecución de los objetivos que ellos mismos se proponen y por diversos motivos no logran aún", destaca Camporro.

El coach, inicialmente realiza una serie de preguntas para profundizar en esa situación actual que está generando malestar o incomodidad en uno o varios ámbitos de la vida del cliente, luego lo orienta en el diseño de su estado deseado para finalmente asistirlo en el desarrollo de estrategias que le permitan acortar la brecha existente entre su estado actual y su estado deseado.

Tal como lo afirma el Dr. Daniel López Rosetti, no somos –como se nos enseñó a través de décadas- "seres racionales que se emocionan" sino más bien "seres emocionales que razonan". ¿Por qué aseguramos ésto? Porque gran parte de las decisiones que tomamos a lo largo de nuestro día son automáticas, es decir, con poca o nula participación de nuestra corteza cerebral (es la parte más evolucionada de nuestro cerebro, la que nos define como seres racionales), entonces gran parte de los comportamientos de las personas están profundamente influidos por su mundo afectivo. Es por eso que los coaches trabajamos activamente en la efectiva gestión emocional.

Las emociones motivan nuestros comportamientos y a su vez ellas son producto de cómo interpretamos la realidad.

"Podemos tomar el ejemplo de un adolescente que no llega a su casa en el horario acordado, esto genera una interpretación particular en su madre, por ejemplo, ‘perdió su celular", ‘tuvo un accidente’, "se quedó a desayunar con sus amigos", etc. Cada interpretación a su vez, dará origen a diversas emociones, como enojo, serenidad o miedo".

Pero el proceso no termina ahí, - sigue la especialista - para cada emoción surge un abanico limitado de comportamientos. Esta gama depende, entre otras cosas, de la gestión emocional de su mamá. ¿Cómo podría comportarse ella si se enoja por ésta situación? ¿Acaso su conducta será la misma si se encuentra serena? ¿Cuáles serían las conductas asociadas a la emoción del "miedo"? Actuamos en base a lo que sentimos, y sentimos en base a lo que pensamos.

Vivimos en mundos interpretativos, no sabemos a ciencia cierta cómo es la realidad sino cómo la interpretamos. El proceso es siempre el mismo: interpretamos, nos emocionamos (siendo conscientes o totalmente inconscientes de ello), y actuamos. A su vez, nuestro comportamiento genera nuevas emociones, y ellas, inevitablemente, generan otras interpretaciones. Significamos la realidad también en base a nuestro estado emocional, existe así un proceso de retroalimentación constante del que habitualmente no tomamos conocimiento.

"Desde este lugar, el coaching se convierte en una herramienta indispensable para modificar nuestra vida. Y lo hace a partir del desarrollo de un programa que posibilita en primer lugar, el conocimiento profundo de cómo nuestra mente interpreta la realidad; y en un segundo lugar, con el descubrimiento o creación de recursos intelectuales, emocionales y relacionales que nos permitirán lograr los resultados que anhelamos".

En los tiempos que corren, donde la violencia social se cristaliza en las escuelas y hace del bullying una práctica cada vez más cotidiana en las aulas, en una época donde el entramado social es tan inestable como la situación económica, donde buceamos en la incertidumbre, se requiere urgentemente de nuevas estrategias que generen un cambio de actitud y de conductas en cada uno de nosotros.

Si nos detenemos a pensar en la compleja dinámica del bullying, cuán importante es conocer y profundizar en cómo está interpretando la realidad el agresor, cómo lo hace la víctima y por qué juegan ese rol los espectadores. No es casualidad que se genere esa dinámica que permite que cada rol se desarrolle de esa manera. Las causas del fenómeno son sólo información, pero el coaching no se detiene ahí, ésto es sólo el comienzo! El entrenador acompaña al grupo para que cada integrante identifique sus pensamientos, sus emociones y los resultados que obtiene en su manera de proceder, evaluando en qué medida éstos pueden mejorar y qué nuevas interpretaciones y herramientas se necesitará para lograr esos nuevos resultados deseados.

El coaching también resulta efectivo en las relaciones de pareja. En gran medida la manera de relacionarnos con nuestro compañero está condicionado por una serie de creencias respecto a qué significa para cada persona ser hombre o mujer, cuáles son las funciones que le corresponden a cada género, qué es estar en pareja, cómo se solucionan los conflictos, etc. Éstas creencias funcionan como verdades a priori, es decir, no son producto de nuestra relación actual sino de un extenso proceso de socialización que muchas veces limita la libertad a la hora de relacionarnos afectivamente con nuestra pareja, hijos, familia política, etc. Vuelvo a lo mismo, no es casualidad que tengamos la pareja que tenemos, es una elección basada en factores conocidos pero muchos otros totalmente inconscientes.

El punto es el siguiente, ¿Cuál es la relación que deseas tener con tu compañero? ¿Qué clima emocional te gustaría que reine en tu familia? Una vez definido ésto, lo más importante es reflexionar y hacerse responsable de qué estás dispuesto a hacer y quién quieres ser para contribuir a lo que deseas lograr. Es sabido que una comunicación fluida u otros atributos que queremos desarrollar en nuestra relación no dependen exclusivamente de una sola persona, sin embargo, nuestra manera de participar en los vínculos, genera diversos climas emocionales que facilitan u obstaculizan la comunicación.

Las emociones forman parte de cada decisión pero son, por definición, intensas y de corta duración, entonces el coach acompaña a su cliente en el diseño de estados de ánimo (que son bastante más estables que las emociones) y en la identificación de los valores personales del cliente para que su "ser en el mundo" sea congruente con los mismos. A modo de ejemplo, si al cliente le resulta valiosa la fidelidad (valor), será poco probable que sea infiel, y si lo fuera, sentiría culpa (emoción) por trasgredir una norma personal. Cuando trabajamos sobre los valores personales del cliente, logramos resultados a largo plazo.
El coaching se alza entre otras alternativas, como un proceso de reflexión y aprendizaje nutrido por gran variedad de metodologías y técnicas que contribuyen a que las personas logren resultados efectivos, permitiendo de ésta manera, mayor bienestar.

"Actuamos en base a lo que sentimos, y sentimos en base a lo que pensamos.Vivimos en mundos interpretativos, no sabemos a ciencia cierta cómo es la realidad sino cómo la interpretamos".

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