Algunas hipótesis en el crimen de Sergio Nacenta
El empresario de Pocito, de 59 años, fue hallado muerto dentro de su camioneta en Las Heras, Mendoza. La investigación apunta a un hombre con frondoso prontuario y a su hija, que habría servido de señuelo. La Fiscalía analiza si el homicidio buscó encubrir otro delito.
La madrugada del sábado sacudió a Mendoza y San Juan con la noticia del asesinato de Sergio Mariano Nacenta, empresario ganadero de 59 años oriundo de Pocito.
Su cuerpo fue hallado dentro de una camioneta Toyota Hilux, en el departamento de Las Heras, límite con San Juan.
De acuerdo a lo informado por el periodista Germán Tutor, del diario El Sol de Mendoza, el empresario no fue víctima de un robo: tenía consigo su billetera y su celular. El disparo, proveniente de un arma calibre 22 con mira telescópica, ingresó por la ventanilla del conductor e impactó en la zona izquierda de su torso, provocándole la muerte inmediata.
Las primeras hipótesis hablaban de un ataque aislado, pero la investigación dio un giro al descubrirse que Nacenta mantenía, en el momento del disparo, una llamada por bluetooth con una joven de Las Heras.
La Fiscalía sospecha que la muchacha habría estado vinculada con Matías Ezequiel Alonso Jara, en el momento de los hechos. El presunto autor del crimen es un hombre de 32 años, fue detenido y cuenta con un historial delictivo marcado por causas de armas, robos y amenazas.
La línea de investigación más fuerte sostiene que la joven, quien sería la hija del acusado, habría servido como nexo para atraer al empresario hasta el lugar.
El crimen, bajo la carátula de "homicidio criminis causa", podría haber tenido como fin encubrir otro delito, aún bajo secreto de sumario.
No se descarta que la relación entre Nacenta y la chica haya surgido por motivos comerciales o incluso sentimentales, según las primeras conjeturas.
El acusado, liberado recientemente en julio tras cumplir condena, ya registra múltiples ingresos al sistema penitenciario desde 2016.
Su posible participación como autor material parece confirmada por las pericias, aunque el rol de la joven sigue siendo materia de análisis, especialmente para determinar si es menor de edad y si podría afrontar una imputación penal.
Mientras la fiscal Andrea Cecilia Lazo avanza en la formalización de cargos, el caso mantiene abiertas varias incógnitas. ¿Fue un crimen para tapar un negocio ilícito? ¿Qué papel cumplió la joven en el desenlace fatal? Con el correr de las horas, la justicia mendocina deberá despejar las dudas de un caso que conmueve a dos provincias.
