Radiografía de las tasas que pagan los bancos en medio de la inflación
En un escenario de alta inflación y volatilidad, los bancos argentinos ofrecen tasas muy dispares para los plazos fijos a 30 días. Mientras algunas entidades superan el 50% para atraer liquidez y cumplir con los encajes del BCRA, otras optan por porcentajes más bajos. Economistas advierten que la política de tasas impacta no solo en los ahorristas, sino también en la inversión productiva y el crecimiento económico
En un contexto económico complicado, los depósitos a plazo fijo a 30 días vuelven a ser una alternativa de resguardo para los ahorristas. Sin embargo, el comportamiento de los bancos a la hora de fijar las tasas de interés revela un entramado complejo que responde tanto a las necesidades de liquidez de las entidades como a las regulaciones del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
El economista y licenciado Marcelo Alos ofreció un análisis detallado sobre esta dinámica, señalando los factores que determinan las diferencias en los rendimientos ofrecidos y las consecuencias que generan en la economía real.
Tasas de interés y liquidez bancaria
Alos explicó que las tasas que se pagan en los plazos fijos no son homogéneas. Existen bancos que ofrecen porcentajes significativamente más altos que otros, y el motivo principal radica en sus necesidades de liquidez.
"Los bancos que tienen dificultades para mantener su liquidez intentan captar más depósitos, lo que se traduce en tasas de interés más elevadas para los clientes", sostuvo el economista.
En este escenario, las entidades financieras utilizan las tasas como un instrumento de competencia. Mientras los bancos más grandes y con mayor base de depósitos suelen pagar porcentajes más bajos, las entidades provinciales, digitales o de menor tamaño recurren a tasas más altas para atraer fondos frescos.
Un relevamiento reciente refleja la disparidad existente:
Banco Macro: 53,5%
ICBC: 47,7%
Banco Nación: 47%
Banco Galicia: 45%
BBVA: 45%
Banco Supervielle: 44%
Banco San Juan: 40%
Banco Santander: 38%
El encaje bancario: una pieza clave del sistema
El encaje bancario es uno de los mecanismos centrales que explica la estrategia de los bancos. Se trata del porcentaje de los depósitos que deben inmovilizar en el BCRA como garantía, sin posibilidad de prestarlo ni invertirlo.
Actualmente, el encaje para depósitos a plazo fijo ronda el 30%, mientras que para depósitos a la vista (cajas de ahorro y cuentas corrientes) y plazos con cancelación anticipada asciende al 40%.
Este nivel de exigencia reduce la capacidad prestable de los bancos y los obliga a buscar depósitos adicionales mediante tasas más atractivas.
"Si un banco no puede cumplir con el encaje, debe salir a buscar depósitos a través de tasas más altas", remarcó Alos.
El impacto en la inversión y la economía real
El análisis de Alos también advierte sobre un efecto secundario: las tasas altas pueden desalentar la inversión productiva.
"Cuando las tasas son elevadas, los empresarios piensan dos veces antes de invertir en sus negocios, prefiriendo colocar su dinero en depósitos a plazo fijo en lugar de arriesgarlo en inversiones productivas", explicó.
Esto se traduce en una menor dinámica de proyectos productivos, freno en la expansión de empresas y un impacto negativo sobre la generación de empleo.
El economista Luis Aveta complementa esta visión, destacando que los bancos que siguen otorgando créditos hipotecarios a largo plazo suelen ser los que más pagan por los plazos fijos. "Muchos de esos préstamos están calzados en UVA, y tarde o temprano esa tasa se traslada a la inflación", afirmó.
Especificaciones técnicas
Dispersión de tasas: actualmente, los rendimientos anuales ofrecidos por los bancos para plazos fijos a 30 días varían entre 38% y 53,5%, según la entidad y su situación de liquidez.
Encajes elevados: con un nivel del 30% para plazos fijos y del 40% para depósitos a la vista, los bancos se ven obligados a mantener grandes volúmenes inmovilizados en el BCRA.
Efecto macroeconómico: tasas altas desalientan la inversión privada y pueden provocar una desaceleración de la economía.
Comportamiento de los ahorristas: la elevada inflación y la pérdida de poder adquisitivo llevan a muchos a preferir la compra de dólares antes que mantener pesos en el sistema bancario.
La eliminación de la tasa mínima
Un factor determinante en la dispersión actual es la decisión del BCRA de eliminar la tasa mínima obligatoria para los plazos fijos. Desde ese momento, cada entidad puede fijar libremente el rendimiento, lo que amplió la brecha entre lo que pagan bancos grandes y pequeños.
Alternativas de inversión
En un entorno inflacionario, los plazos fijos ofrecen cierta previsibilidad, pero difícilmente logran superar la pérdida de valor real del dinero. Por ello, Alos recomienda a los ahorristas evaluar otras alternativas:
-Bonos indexados por CER (ajustados por inflación).
-Instrumentos en dólares para quienes buscan cobertura cambiaria.
-Acciones y fondos comunes de inversión que puedan superar la tasa de inflación.
Para considerar
El análisis de los economistas Marcelo Alos y Luis Aveta deja en claro que las tasas de interés ofrecidas en plazos fijos son tanto un reflejo de la política monetaria como de la necesidad de liquidez de los bancos.
En la Argentina actual, el dilema para los ahorristas es evidente: elegir entre tasas atractivas que no siempre superan la inflación, o buscar instrumentos más sofisticados para proteger el valor de sus ahorros. Para los bancos, en tanto, el desafío pasa por equilibrar su solvencia, cumplir con los encajes y seguir operando en un sistema financiero tensionado por la falta de confianza y la constante fuga hacia el dólar.