Gracias por escuchar los ruegos verdinegros
El Verdinegro se impuso 3 a 2 sobre Riestra y mas allá de los errores que volvieron a verse pudo sacar adelante un juego que se le presentó muy complicado. Horacio Tijanovich por duplicado y Santiago Salle marcaron para San Martin. Celiz y Obredor para el Malevo.
Al finalizar cada fecha indefectiblemente se mirará la tabla del descenso. Así será hasta el final y esa es la historia que tiene por escribir San Martín en los próximos meses. Se sacó de encima un partido chivo y ante un rival directo. No importaba como pero había que conseguir el triunfo como sea.
Y el comienzo del juego se vio ciertamente complicado porque el dispositivo de juego que impuso Riestra y entonces la única manera de entrar fue con alguna pelota detenida.
Hubo que esperar hasta los 29 minutos del primer tiempo para que llegara el primero. La jugada se inició por el medio con Watson saliendo por el miedo, dejando para Maestro Puch y luego derivando por la derecha para el centro de Santiago Salle perfecto para que por el área chica entrara a la carrera Tijanovich para marcar el primero.
Se debió esperar un par de minutos hasta que el VAR determinó que no hubo posición adelantada y por fin San Martín estaba en ventaja algo que no sucedía desde aquel juego con Godoy Cruz.
Cuando se terminaba el primer tiempo, en una pelota detenida el despeje que no fue largo, quedó cerca del área grande y desde allí le pegó Celiz, con tanta mala suerte para el Verdinegro que la pelota rebotó en Recalde para desviar la trayectoria y que no llegue Borgogno.
Bronca e impotencia mas los fantasmas volvieron a Concepción y se acentuaron en los primeros minutos del segundo tiempo porque no podía llegar con claridad.
Pero una subida de las tantas que tuvo Salles por derecha llegó un centro pero la jugada no llevaba trascendencia porque el árbitro Herrera cobraba posición adelantada.
Pero en el volver a la mitad de la cancha le hablaron al juez y el tiempo se detuvo y las esperanzas se incrementaron cuando el juez fue a mirar el monitor del VAR y su regreso fue con una explosión porque cobró penal.
La ejecución de Tijanovich fue perfecta y el 2 a 1 terminaba siendo un suspiro importante. Lo que se terminó de acentuar a 11 minutos del final cuando en un contragolpe San Martín parecía liquidarlo con Diarte, Iacobellis y centro para que defina por el segundo palo Santiago Salle.
¿Todo se terminó allí? No, ni hablar porque San Martín es sufrimiento y angustia. En una pelota detenida un doble mal despeje primero de Borgogno y otro de Recalde terminaron en una media chilena de Obredor llegó el segundo gol de la visita generando temor, sufrimiento y los fantasmas del pasado sobrevolaron Concepción, aunque esta vez la mala suerte se transformó en buena suerte, esperando que todo siga de esa manera.