La economía argentina sufre una contracción del 1,8% en marzo, la más profunda desde diciembre de 2023
La actividad económica del país experimentó su primera caída mensual en casi un año, impulsada por la inestabilidad en los mercados financieros y el debate sobre el tipo de cambio. A pesar de este retroceso, la comparación interanual muestra un rebote significativo.
La economía argentina registró en marzo una contracción del 1,8% mensual, marcando la primera caída en casi un año y la más pronunciada desde diciembre de 2023. Este retroceso se dio en un mes de considerable inestabilidad en los mercados financieros, en gran parte debido a la expectativa de un cambio en el esquema cambiario en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La disminución de la actividad se produjo en un contexto de crecientes cuestionamientos al "crawling peg " del 1% mensual que el Banco Central (BCRA) aplicaba al precio del dólar. Tanto el FMI como diversos economistas habían señalado que esta política estaba generando un persistente atraso cambiario.
Diversos indicadores privados ya anticipaban un enfriamiento económico. Por ejemplo, la producción de automóviles se desplomó un 22,6% mensual, los despachos de cemento cayeron un 12,9%, y la fabricación de hierro un 11,9%. Asimismo, se observaron retrocesos en la demanda general de electricidad, en las escrituras de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y en la faena vacuna.
A pesar de la contracción mensual, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró una mejora interanual del 5,6% debido a la baja base de comparación. En el primer trimestre, la economía acumuló un avance del 6,1%. Este rebote anual fue impulsado principalmente por el buen desempeño del comercio (+9,3%), la intermediación financiera (+29,3%) y la industria manufacturera (+4,2%).
