La foto olvidada que hoy emociona: León XIV y Francisco, juntos en una misa en Recoleta
El nuevo Papa compartió altar con Jorge Bergoglio en 2004, en una parroquia agustiniana de Buenos Aires. Una imagen que parecía olvidada, hoy cobra valor histórico.
La elección de un nuevo Papa siempre conmueve al mundo, pero esta vez tuvo un eco especial en una comunidad religiosa de Buenos Aires. Apenas unas horas después de que Robert Francis Prevost fuera presentado al mundo como León XIV, un registro fotográfico de hace dos décadas volvió a circular con fuerza entre quienes lo conocieron mucho antes del cónclave.
La imagen fue tomada el 28 de agosto de 2004, durante una misa en la parroquia San Agustín, ubicada sobre la avenida Las Heras, en Recoleta. En el centro aparece Jorge Mario Bergoglio, por entonces cardenal arzobispo de Buenos Aires, y a su lado, el entonces superior general de la Orden de San Agustín, Robert Prevost, el hombre que ayer fue proclamado Papa tras la reciente muerte de Francisco.
A la izquierda de la imagen, se suma el padre Cipriano, quien en aquel momento era el director del colegio parroquial. Juntos, oficiaron una ceremonia solemne por el día de San Agustín. El altar, cubierto por una tela dorada, los cálices y los arreglos florales completan una escena que había quedado olvidada, hasta que la historia volvió sobre sus pasos.
"Esta foto puede ser del 2004, que se encontraron Bergoglio con Cipriano y con Prevost. Yo no la conocía, pero es en esta iglesia", contó al medio La Nación el padre Pablo Hernando Moreno, agustino español que conoce de cerca la historia del templo.
"Bergoglio celebró misa muchas veces acá. En 2004 yo estaba en el norte argentino, lo acompañé de Salta hacia más al norte. Por eso no estoy en esa foto", agregó.
Una parroquia, dos papas
Para la comunidad agustiniana, la coincidencia en la imagen tiene un valor simbólico que conmueve. "Aquí tenemos a los dos papas y un obispo. Bueno, dos obispos y dos papas", dice entre risas el padre Juan Antonio Gil, también agustino, al recordar la escena.
Prevost había sido elegido superior general de la orden en 2001, con sede en Roma, y en su rol visitó comunidades agustinianas de más de 40 países, incluida la Argentina. "Esta iglesia es como nuestra casa principal, el emblema de los agustinos en el país", explica el padre Moreno.
La relación entre Gil y Prevost se forjó en esos años. Compartieron un capítulo general en Buenos Aires en 2001, y años más tarde, en 2009, se reencontraron en España en el marco de un proyecto misionero en Mozambique, liderado por Prevost.
"Es un hombre con inquietud. Tiende puentes. Como nos decía ayer, es misionero de alma", destaca Gil.
La foto que parecía un simple recuerdo ahora es testimonio de un momento único: cuando dos futuros papas compartieron altar en una iglesia porteña, sin saber que años más tarde el mundo los vería ocupar el mismo balcón del Vaticano.
