Francisco evoluciona favorablemente y ya participa en la organización de la Semana Santa
El Papa fue dado de alta tras 38 días internado y continúa su recuperación en el Vaticano. Aunque no encabezará las ceremonias litúrgicas, definió quiénes estarán a cargo de cada celebración.
Tras haber pasado más de un mes internado en el Hospital Gemelli de Roma por una neumonía bilateral, el papa Francisco continúa recuperándose en la residencia de Casa Santa Marta, y su evolución médica es alentadora. Según informó el Vaticano, el Sumo Pontífice mostró avances en su movilidad, mejoró su capacidad respiratoria y también se registraron progresos en la recuperación de su voz.
El uso de oxígeno de alto flujo, que había sido clave durante las semanas más críticas, es ahora solo "residual" y se aplica únicamente con fines terapéuticos. Además, desde la Oficina de Prensa indicaron que los períodos en los que el Papa logra prescindir de la oxigenación asistida son cada vez más prolongados. En paralelo, continúa con fisioterapia motora y ejercicios específicos para recuperar su tono vocal.
Como gesto de esa recuperación, Francisco sorprendió a todos al aparecer al final de la misa del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro, lo que generó una fuerte emoción entre los fieles presentes.
En este marco, el Vaticano también dio a conocer cómo será la agenda de Semana Santa. Si bien Francisco no encabezará las ceremonias, sí estuvo directamente involucrado en la organización de las mismas y delegó la presidencia de cada una en distintos cardenales.
El Jueves Santo, la tradicional Misa Crismal será presidida por el cardenal Doménico Calcagno, presidente emérito de la APSA. En tanto, el Viernes Santo, la celebración de la Pasión quedará a cargo del cardenal Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales. Por la noche, el Vía Crucis en el Coliseo será guiado por el cardenal Baldassare Reina.
Si bien no está prevista una participación activa del Pontífice durante estas celebraciones, fuentes vaticanas confirmaron que Francisco trabajó personalmente en la preparación de las meditaciones del Vía Crucis y sigue de cerca todos los detalles de la agenda litúrgica.
A los 87 años, Jorge Bergoglio atraviesa una etapa delicada en términos de salud, pero su recuperación permite cierto optimismo. Aunque no retomó del todo sus actividades habituales, mantiene un rol activo en la conducción de la Iglesia y sigue de cerca el día a día desde su residencia en el Vaticano.
