Nico Balmaceda se lleva el Primer Premio con una canción que rinde homenaje a los artistas olvidados de Jáchal
El joven músico destacó en el Prefestival Nacional de Música Popular Argentina, dejando claro que su arte es una forma de honrar la historia y cultura de su tierra natal.
El fin de semana pasado, el Prefestival Nacional de Música Popular Argentina Baradero 2025 se vistió de gloria para Nico Balmaceda, un joven artista de Jáchal que se alzó con el Primer Premio de este prestigioso certamen en el rubro Canción Inédita con el huayno lento: Ramón Acuarela. Nico compartió con Zonda Diario, detalles de su experiencia y el profundo significado de este logro que consiguió entre 71 participantes de las distintas provincias del país en los rubros Malambo Sureño Masculino, Canción Inédita, Malambo Norteño Femenino, Solista Vocal Folclore y Malambo Norteño Masculino.
El músico, quien se mostró emocionado y satisfecho por el galardón, explicó que lo que más lo llenó de orgullo fue haber podido transmitir un mensaje a través de su música. "La canción que presenté la compuse yo, tanto la letra como la música. Habla de un personaje de aquí de Jáchal, un artesano de edad avanzada que realiza trabajos hermosos, pero que lamentablemente no recibe el reconocimiento que merece por parte de los municipios y gobiernos", expresó Nico, quien siente que el trabajo de estos artistas suele ser poco valorado. "Lo que ocurre es que esos trabajos, por falta de apoyo, pueden terminar perdiéndose con el tiempo, y este hombre, siendo de edad avanzada, tal vez nos deje físicamente. Entonces, quise llevar ese mensaje a través de la canción", añadió el músico.
El resultado fue un reconocimiento público, pues además de la alegría de haber llegado al festival, Nico subrayó que este premio significó mucho más: "Para mí, el logro ya estaba ahí, con poder llevar ese mensaje. Y bueno, el destino ha querido que se haga justicia y que podamos llevar esa obra al Festival Mayor".
Acompañado de su inseparable compañero de escenario, Fabricio Luna, quien lo asistió en la percusión, Nico recordó que este no era su primer certamen, aunque sí era la primera vez que obtenía un primer puesto. "Ya tengo varios discos grabados y canciones de mi autoría. He participado en otros certámenes, pero nunca había conseguido un primer lugar. Y además, el Festival de Baradero tiene un valor especial, porque está cumpliendo sus bodas de oro. Es un honor enorme formar parte de esta edición", indicó con humildad y alegría.
La obra de Nico Balmaceda no es una casualidad. Su conexión con la música viene de su niñez, cuando en su hogar, la música popular argentina se respiraba en cada rincón. "Desde chico tuve mucho amor por la música, mi padre siempre escuchaba folklore, y mi madre otro tipo de música, pero todo fue una mezcla de sonidos que se quedó conmigo", relató. Con el tiempo, su amor por la música se convirtió en una pasión profesional, aunque de manera autodidacta. "Toda mi vida he sido autodidacta. Ahora estoy estudiando la parte teórica en la carrera de música con orientación popular, pero la mayoría de lo que sé lo aprendí solo", destacó.
En cuanto a sus influencias y raíces musicales, Nico remarcó con orgullo su vínculo con Jáchal, su tierra natal. "En Jáchal, todos tenemos algo artístico, es como si en nuestra vida cotidiana ya hiciéramos arte. Desde mis ancestros, por parte de mi madre, tengo descendencia del poeta Tito Capdevila, lo que me conecta aún más con la cultura de mi tierra", dijo emocionado. Para él, uno de los mayores legados de su tierra es la constante creación de canciones originales por parte de los jachalleros, a diferencia de otras ciudades, donde predominan las interpretaciones de otros artistas. "Los jachalleros somos conocidos por crear nuestra propia música, nuestras propias canciones. Es una forma de honrar a nuestros antepasados, como lo hizo Buenaventura Luna, pero con nuestra visión de lo que es Jáchal hoy", subrayó Nico.
Nico también se refirió a cómo la vida y las historias de su gente lo inspiran. "Las historias de Jáchal, especialmente las de los más grandes, son una fuente constante de inspiración para mí. Hay mucho que contar y mucho por escribir. La historia de Ramón Poblete, por ejemplo, es muy particular. Es un artesano que ha hecho hermosos trabajos, pero que no ha sido suficientemente reconocido. Yo quise hacer justicia con una canción dedicada a él, y la gente se conmovió mucho con la historia", explicó el cantante.
Aunque al principio Nico no se imaginaba ganar, al llegar a Baradero se sintió confiado por la originalidad de su propuesta. "Sabíamos que nuestra canción era distinta, con una cadencia armónica que no se escuchaba en otros huaynos. Y la puesta en escena también fue algo fuera de lo común, con una batería a medio armar y un piano", comentó sobre la sorpresa que generaron en el público.
Sobre el proceso creativo de sus composiciones, Nico enfatizó la importancia de reinventarse constantemente y de nutrirse de nuevas influencias. "Es un trabajo de oído y de ser, de estar en constante búsqueda. Escuchar diferentes géneros y leer mucho me ayuda a enriquecerme para las canciones que vengan", reflexionó. La historia de Ramón Poblete, de hecho, fue una de esas fuentes de inspiración que surgieron de las vivencias cotidianas de su gente.
A sus 30 años, Nico se encuentra en un momento de crecimiento artístico y personal. "Este premio es un gran empuje para seguir adelante, y quiero agradecerle a todos los que me apoyaron, especialmente a mi familia y amigos, que siempre están allí. A las personas de Jáchal, que nos acompañan en cada paso", concluyó el cantante, agradecido y más comprometido que nunca con su música y su gente.
El Prefestival Nacional de Música Popular Argentina Baradero 2025 no solo ha premiado a un artista, sino que también ha destacado una obra que representa la lucha por el reconocimiento de los artistas y artesanos de los pueblos pequeños, dando visibilidad a historias que, de otro modo, podrían quedar en el olvido. Para Nico Balmaceda, la música es mucho más que un arte: es una forma de honrar su historia y cultura, y de compartir con el mundo un mensaje que trascienda el tiempo.