El ministro Victoria sobre la reforma: "Las penas deben ser efectivas, pero no son la solución única

Con el objetivo de que sea "más punitivo" que el actual, el gobierno de Javier Milei prepara un proyecto para endurecer el Código Penal de la Nación y enviarlo al Congreso durante las sesiones ordinarias. El ministro de la Corte de Justicia de San Juan, Dr. Juan José Victoria, expresó a Zonda Diario su opinión y abordó distintos aspectos del proyecto que busca realizar modificaciones sustanciales en la normativa vigente.

La iniciativa propone endurecer las penas para distintos delitos, incorporar nuevos tipos penales y brindar mayor respaldo a las fuerzas de seguridad. También la prisión perpetua con un cumplimiento efectivo de 35 años, o de 40 en caso de múltiples reincidencias e impedir la libertad condicional para reincidentes y condenados por delitos graves como homicidios, abusos sexuales agravados y otros delitos dolosos violentos. Además prevé la revocación de la libertad condicional en caso de reincidencia.

Necesidad de reformar el Código Penal

Victoria destacó que, si bien no ha tenido acceso directo al proyecto en su totalidad, reconoce que el Código Penal actual tiene muchos años (data de 1921) y requiere modificaciones para adaptarse a la realidad social. "Las normas tienen que ir adecuándose a la realidad social, cualquier norma de fondo, como es un Código Penal, que tenga los años que tiene, merece ser retocada y adecuada a la realidad actual", señaló el ministro.

En este sentido, comparó la situación con la reforma del Código Civil en 2015, en la que se actualizaron varios aspectos para acompañar los cambios en la sociedad.

Endurecimiento de penas y la perpetuidad de las condenas

Uno de los puntos clave de la reforma propuesta es la revisión de la pena de prisión perpetua. La iniciativa plantea que quienes reciban esta condena no puedan acceder a la libertad condicional luego de cumplir 35 años de pena y, si se cumplen ciertas condiciones (como no volver a delinquir), la pena se extinga 10 años más tarde, como es actualmente, sino que sea realmente perpetua.

Al respecto, Victoria indicó que "las condenas que se apliquen son las que se tienen que cumplir". En su visión, la aplicación de las penas debe ser efectiva y sin ambigüedades. Sin embargo, también sostuvo que "la pena por sí sola no soluciona la delincuencia", remarcando la necesidad de aplicar otras estrategias para reducir los niveles de criminalidad en el país.

Debate sobre la violencia de género y la equidad en las condenas

Otro aspecto central de la reforma es la modificación en la tipificación de los delitos relacionados con la violencia de género. Según lo trascendido, se busca que las condenas sean "equitativas", estableciendo sanciones iguales para hombres y mujeres en casos de violencia.

Sobre este punto, Victoria sostuvo que "es un tema que va a traer mucha discusión", ya que hay posturas encontradas. Mientras algunos sectores abogan por mantener la figura del feminicidio como un delito específico, otros consideran que debe eliminarse en pos de una igualdad de penas sin distinción de género. "Yo creo que esto va a ser un gran debate cuando llegue a las Cámaras", afirmó.

El estado actual de la Justicia en Argentina

Consultado sobre el funcionamiento de la Justicia en el país, el ministro diferenció entre la Justicia nacional y la provincial. Explicó que la Justicia Federal tiene particularidades propias que la diferencian de la de San Juan, donde, según él, el sistema ha logrado una mayor celeridad en la resolución de conflictos.

"San Juan está muy bien en cuanto a la resolución en tiempo y calidad de los conflictos que se plantean", destacó, mencionando que la implementación de procesos como la flagrancia y la Justicia restaurativa han permitido agilizar significativamente el sistema judicial.

La Justicia Restaurativa y la delincuencia juvenil

Otro tema abordado en la entrevista fue la situación de los menores en conflicto con la ley. Victoria, quien está a cargo de promover la Justicia Restaurativa en San Juan, explicó que este enfoque busca abordar las causas profundas de la delincuencia juvenil en lugar de limitarse a aplicar penas.

"Este sistema pone al joven frente a frente con la víctima para que comprenda el daño que ha causado y reciba un tratamiento adecuado", explicó. Según él, esta metodología, que ya se aplica con éxito en Europa y en algunas provincias argentinas, es clave para reducir la reincidencia y evitar que los menores sigan en conflicto con la ley en su vida adulta.

El ministro concluyó que "se debe encontrar un sistema que reduzca los niveles de delincuencia", y aunque considera que el endurecimiento de penas puede ser necesario en ciertos casos, advierte que no es una solución suficiente por sí sola. "Hay que tomar otro tipo de medidas, no digo que no exista la pena, por supuesto que debe existir y se debe cumplir, pero no es suficiente para solucionar el problema de raíz", reflexionó.

Finalmente, expresó su preocupación por el nivel de violencia en el país y la necesidad de un debate profundo y responsable sobre los cambios en el Código Penal, asegurando que cualquier modificación debe hacerse con conciencia y pensando en el futuro de la sociedad argentina.