Día de los enamorados
La Licenciada Valeria Alvo reflexiona sobre el Día Internacional de los Enamorados, explorando la complejidad del amor a través de la lente de la psicología y la historia. Desde la antigua leyenda de San Valentín hasta las teorías de Freud sobre el amor erótico y platónico.
Nadie puede y nadie debe vivir sin amor
Fito Páez

Hoy, 14 de febrero, se celebra en el mundo, el Día Internacional de los Enamorados.
Esta festividad surge de una antigua leyenda que en el Siglo III el sacerdote romano San Valentín se opuso a la prohibición del emperador Claudio II, quien había decretado que los jóvenes solteros eran mejores militares sino entablan vínculos amorosos con mujeres.
Valentín en desafío a esta orden, unía en secreto a las parejas bajo el rito católico, lo que le costó la vida por desobediencia.
Según la Asociación Americana de Psicología, el amor se trata de una emoción compleja que involucra fuertes sentimientos de afecto, ternura y sensaciones placenteras ante la presencia de una persona, y surge así un eterno misterio en el romance para la ciencia: ¿Nos enamoramos de lo que generamos en el otro?
La teoría del amor según Freud es una de las más conocidas y estudiadas en el campo de la psicología. Según el padre del psicoanálisis, el amor es una fuerza impulsiva que surge en el ser humano desde su nacimiento y que se manifiesta de diferentes formas a lo largo de su vida. Freud afirmaba que el amor se divide en dos tipos: el amor erótico y el amor platónico. El primero se refiere a la atracción sexual que se siente hacia otra persona, mientras que el segundo se basa en la admiración y el respeto hacia alguien sin que exista una atracción sexual.
Según el psicoanalista, el amor es una fuerza que puede ser destructiva si no se canaliza adecuadamente, ya que puede llevar a la obsesión y a la dependencia emocional. Por ello, Freud recomendaba la introspección y el autoconocimiento como herramientas para entender y gestionar nuestras emociones y sentimientos amorosos.
En conclusión, para amar sanamente necesitamos "hacernos cargo de nuestra propia historia".
Hay que retroceder en el tiempo, mirar hacia atrás, trabajar e identificar aquellos errores del pasado para evitar repetir patrones a futuro.
En conclusión, y como dice el libro "El Principito" de Antoine de Saint Exupery, no hay que olvidar que "el amor es una construcción inteligente de dos personas sabias que deciden ser amigos, compañeros, cómplices, compinches y buenos amantes. Que a pesar de los problemas que nunca faltan, se eligen cada mañana para seguir caminando juntos por la vida".
Y como dijo Pablo Neruda, "Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida".