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Ley de ficha limpia

Milei: de la dialéctica libertaria, al servilismo yanqui

La Libertad Avanza impulsa un proyecto que restringirá el acceso al poder de quienes tienen condenas con la justicia. El presidente es un ferviente defensor del planteo. Por otro lado, Milei muestra como su referente a Trump, quien llegó al poder con una condena e investigado por muchos cargos.

Foto ilustrativa: Donald Trump, Javier Milei

El gobierno nacional impulsa la Ley de Ficha Limpia y es sin dudas una opción para alejar a quienes tienen problemas con la justicia por corrupción y condenas del poder público que desde siempre los protegió. Si la norma se aprueba se planteará un nuevo esquema político en el país y entre otros, Cristina Fernández de Kirchner no podría ser candidata en las elecciones intermedias. 

Pero este no es el foco del análisis. La mirada debe ponerse en algunas incongruencias que plantea el propio presidente Javier Milei. Es que, por un lado, mantiene una lucha contra la casta hegemónica que hizo lo que quiso con el poder y con esta ley pretende limitar el acceso al poder a quienes tienen cuentas con la justicia y por el otro lado, manifiesta un servilismo político a Donald Trump, quien llegó a la presidencia de Estados Unidos con una condena y con más de 80 cargos por los que se lo investiga. 

Si se lee entre líneas, pareciera que el objetivo presidencial está puesto en "K" o "K"s"- kirchneristas- o en los "zurditos", tal cual denostara en su momento el polémico ex militar y político argentino, Aldo Rico, a quienes tenían pensamientos de izquierda. En tanto, sus lazos con la derecha Nubelista y post capitalista que propone Yanis Varoufakis en su libro Tecnofeudalismo se sigue fortaleciendo.  Esto no sería cuestionable, si lo que plantea Milei y la Libertad Avanza, puertas adentro de la Argentina, también lo reflejara en el mundo donde encabeza una patriada contra el socialismo, donde es común escucharlo con un lenguaje procaz al referirse a quienes tienen una visión de izquierda. De hecho, en Davos se definió como liberal libertario, no como libertarado.

Volviendo al origen del planteo, el presidente, Javier Milei, respalda con todo su ser un proyecto presentado desde su sector sobre la ficha limpia. Esto ocurre luego del "blef", político que tuvo su principal sociopolítico el PRO cuando hicieron lo propio. 

El proyecto plantea que las restricciones son para "aquellas personas condenadas por delitos de corrupción, aun antes de ser ejecutoriada, y siempre que la sentencia provenga de un tribunal de segunda instancia", de acuerdo a lo que se publicó en medios nacionales.

Cuando se profundiza en el proyecto los delitos que se mencionan son cohecho y tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, exacciones ilegales (es decir, la exigencia de impuestos fuera de la norma), enriquecimiento ilícito de funcionarios y empleados y encubrimiento. 

Estos argumentos no se pueden poner en nada bajo crítica, es que quien incurra en ilícitos no puede refugiarse en el Estado para protegerse y pasar inmune ante la ley durante un mandato. Sin embargo, hay formas en la dialéctica libertaria que van en contramano de lo que dicen y hacen.

Cuando se hacen comparaciones pueden resultar odiosas y seguramente hay quienes argumentarán que no se puede contrastar una cosa con la obra, pero cuando se mira la situación legal de Donald Trump se observa, de acuerdo a lo que publicaron medios internacionales como la BBC que enfrenta cuatro causas penales de gran peso.

"Mr President", en el caso Stormy Daniels en mayo un jurado popular declaró a Trump culpable de los 34 delitos que se le imputaban por falsificar registros contables para encubrir el pago de un soborno por US$130.000 a la actriz de cine porno Stephanie Cliffords, conocida como Stormy Daniels. También tiene una causa por presunta interferencia electoral. El fiscal especial Jack Smith lo investiga por presuntos esfuerzos para alterar el resultado e impedir la certificación de la victoria de Biden en las anteriores elecciones. Además, esta acusación responsabiliza al entonces presidente del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. También está imputado por los documentos confidenciales que se llevó a Mar-a-Lago, su mansión de Palm Beach (Florida), y que retuvo allí tras dejar la presidencia, en enero de 2021. Otra de las causas que tiene es por presunta interferencia electoral en el condado de Fulton (Georgia).

Los ejemplos mencionados ilustran el planteo. Con esta mirada se puede criticar al libertario con dos dichos populares "haz lo que yo digo, pero no lo que hago" o simplemente "dime con quién andas y te diré quién eres"

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