Israel bombardea nuevamente el Líbano y pone en peligro la tregua
Benjamin Netanyahu dijo que fue "una grave violación" al cese el fuego.
El alto el fuego alcanzado el pasado 27 de noviembre entre Israel y Hezbollah enfrenta su momento más crítico tras un intercambio de ataques en la frontera entre ambos países. Este lunes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) bombardearon infraestructura y lanzacohetes pertenecientes al grupo libanés, en represalia por el disparo de proyectiles contra una zona en disputa.
"El ejército israelí ha atacado recientemente a terroristas de Hezbollah, decenas de lanzacohetes e infraestructura terrorista en todo Líbano", señaló el Ejército en un comunicado. Además, confirmó que las fuerzas aéreas neutralizaron el punto desde donde Hezbollah lanzó dos proyectiles hacia las granjas de Shebaa, también conocidas como monte Dov, en los Altos del Golán ocupados por Israel. Este incidente marca la primera violación significativa del alto el fuego.
Según las FDI, estos ataques representan una grave infracción al acuerdo alcanzado: "Exigimos que las autoridades libanesas asuman su responsabilidad y detengan la actividad hostil de Hezbollah desde su territorio".
Por su parte, Hezbollah reivindicó el lanzamiento de los proyectiles como una "respuesta defensiva de advertencia inicial" frente a lo que considera reiteradas violaciones por parte de Israel a las cláusulas del acuerdo. En un comunicado, el grupo informó que el ataque se dirigió contra una posición militar israelí en Ruwaisat al Alam, en la zona fronteriza disputada de Kfar Shuba.
Mientras tanto, Nabih Berri, presidente del Parlamento libanés, denunció que Israel habría incumplido el alto el fuego en al menos 54 ocasiones y solicitó al comité de supervisión que obligue a las tropas israelíes a retirarse del territorio libanés.
Desde Israel, el ministro de Exteriores, Gideon Saar, defendió las acciones de su país, argumentando que están "haciendo cumplir" el acuerdo, el cual estipula la retirada de Hezbollah al norte del río Litani y el repliegue gradual de las fuerzas israelíes en un plazo de 60 días.