San Martín con el arco cerrado y mala puntería
San Martín ante Arsenal sumó su octavo partido sin ganar y además en los últimos 7 partidos solo anotó dos goles. Esto que parece malo tiene al Verdinegro aún en zona de clasificación.
El diario del lunes cuenta que San Martín está quinto en la tabla de posiciones de la zona A de la primera Nacional. A cuatro puntos del líder Quilmes, en zona de clasificación al Reducido y con 26 partidos mas por jugar con 78 puntos en juego.
Números muy positivos que pueden ilusionar a cualquier hincha. Pero no es el caso de San Martín, que se siente y sabe que puede dar mucho mas.
En un campeonato muy parejo el Verdinegro ha elaborado una campaña ciertamente aceptable pero no termina de convencer porque la producción futbolística no termina de ser la adecuada.
La falta de regularidad y equilibrio, pero sobre todo la falta de gol es el principal motivo para que San Martín no este puntero.
En las 12 fechas que se han disputado, el hoy equipo de Raúl Antuña ha convertido 10 goles con cuatro jugadores diferentes.
Ese numero de goles no es malo y comparado con el resto de los equipos no termina siendo bajo, lo que realmente preocupa es la baja efectividad. Por partido el Verdinegro generó mínimo 6 ocasiones clarísimas de gol pero falló.
El último gol fue frente a Chacarita y fue obra de Maximiliano Casa que suma 4 goles en el torneo. Pasaron 253 minutos de ese momento y eso es demasiado para un equipo que pretende pelear por un ascenso.
Pero sería injusto caerle a Raúl Antuña por esa falta, porque el entrenador no es el que está en la cancha para definir.
El propio entrenador explicó que en la semana se cumple con lo que es una muletilla "se trabaja en la definición" pero no se refleja en los partidos.
Solo 4 jugadores han convertido goles en esta temporada. Federico González (3) Maxi Casa (4) Maxi Gutiérrez (2) y Nico Franco.
Todos son delanteros y Antuña probó variantes pero deberá seguir buscando el camino para terminar con la sequía.
La campaña no es mala, los números en la tabla respaldan el sueño de creer, pero en la cancha habrá que empezar a romper el maleficio, afinar la puntería, tomar mejores decisiones y abrir la puerta del gol con la única llave posible: la confianza.
