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Opinión

A tan solo 170 kilómetros del edén

Podría decirse, sin alta precisión, que esa es la distancia que separa el Edén de la vitivinicultura en Argentina – léase Mendoza – de la provincia de San Juan, el que lejos está de ser el Edén, al menos en términos políticos, no en kilómetros obvio.

Ahora mi querido lector le comento porque de dicha afirmación, resulta ser que en el mes de marzo del corriente año se celebró en Alemania, país serio por cierto, más precisamente en Düsseldorf, la Feria Mundial de Vinos más grande que existe, a la que obviamente acuden las principales bodegas del mundo, pero que no es al solo efecto de catar buenos y deliciosos vinos, sino que van ojos que buscan hacer negocios con las bodegas y posicionar los vinos en destacadas y codiciadas góndolas, suena más tentador que la manzana de Adán y Eva. 

Es decir, a diferencia de esos congresos que estamos acostumbrados por estas latitudes, donde básicamente la idea es cobrar unos viáticos, hacer turismo y si queda tiempo escuchar algún profesional osado que busca exponer alguna tesis o idea, algunos con fines de meramente ser aplaudidos,  en este caso déjeme contarle que era la excepción, el objetivo es más ostentoso y pretensioso, posicionarse en Düsseldorf es como ir al mundial de fútbol, si clasificas ni podés faltar, es un pecado mortal cuyo castigo sería casi karmático. 

Bueno usted me cree si le digo que San Juan clasificó al mundial de clubes de bodegas, pero… si no fuera por el pero… faltó, es decir NINGUNA bodega de San Juan pudo estar presente, más de 120 bodegas de Argentina fueron, todas las del Edén mendocino lo hicieron, y donde radico la diferencia, al menos para esta ocasión, estimo en una decisión torpe, de una impericia política incomprensible del Gobernador Orrego

Créame que fue así y lo fue porque el Gobierno provincial se comprometió a ayudar con el pago de la inscripción la que rondaba en los diez mil dólares, el resto de los costos, trasporte de los vinos, pasaje de avión de los representantes de las bodegas y el hospedaje más extras, corrían por cuenta de los bodegueros, es decir era un mero incentivo, que Mendoza lo dio pagando parte el CFI y parte el gobierno provincial, acá se haría así, pero 15 días antes de la feria en Alemania, dio marcha atrás dejando a varios con el pasaje en mano y seguramente vociferando alguna mala palabra hasta en Arameo.

Una decisión imperita, inoportuna, intempestiva, que NO contrasta con los viajes del gobernador Orrego a Mendoza para con su par cuyano – Alfredo Cornejo – donde intentan reflotar la industria madre de San Juan, la minería, es innegable que en eso Orrego – el que luce bien asesorado – corre con ventaja y puede enseñar a nuestros vecinos mendocinos en minería, ahora estando en el Edén cómo no mató dos pájaros de un tiro y se asesoró del majestuoso desarrollo en el vino que existe allí. 

 Imagínese que una mera colaboración de escasos diez mil dólares queda en la nimiedad a contraste de años de pan y circo o de los famosos 14 millones de dólares en marketing que la gestión de Uñac gastó para San Juan, estimo que con ello se logró posicionar en Dubái como potencia latinoamericana a San Juan… como mínimo, créame que tengo mis dudas, pero a veces es mejor no saber.

 Celebro las políticas de San Juan en reflotar la industria de la minería, que es la que le cambió la cara a San Juan, y en ello creo que es mérito de Orrego, ya que no ha sido por un contexto internacional o por mejoras en la seguridad jurídica, se dice desde las entrañas de la cordillera que es solo por la decisión política de Tasa Cero en el Peaje, sí… aunque no lo crea parece que es así, que en la anterior gestión Uñaquista los peajes eran altos y en dólares, estimo que deben ser porque a las minas se llega en autopistas, sino no me explico como es que el estado cobra peaje, pero bueno es otro tema. 

Lo cierto es que San Juan también es vitivinícola y siendo amante del buen vino, y si usted también lo es me dará la venia, que desde el valle de Pedernal y la altura de Calingasta, están saliendo delicatesen que merecen ser conocidas y promocionadas, esto es algo así como que nadie discutiría que el estado deba pagarle los pasajes de avión para que la selección de Messi vaya a jugar el mundial, todo lo contrario, ahora en San Juan hay bodegas de capitales argentinos que son los Messi de vinos desconocidos que se perdieron el mundial por una incompresible decisión del gobierno provincial.

Si la idea es dejar atrás años de pan y circo y de invertir millones de dólares en marketing, créame que la oportunidad de la Feria en Düsseldorf fue una chance perdida para poner a San Juan en el mundo de verdad, no con empresas de marketing que solo los Uñaquistas o Juan Flores conocen, imagínese que, si el tribunal de cuentas no ha hecho nada con semejante y millonario despilfarro en dólares, mucho menos le harían por promover una industria que debe ser orgullo de los sanjuaninos. 

Celebro su afán de realzar la minería sin peaje, pero a tan solo 170 kilómetros existe el Edén de la vitivinicultura, una pena que estemos tan lejos y tan cerca a la vez, casi una antinomia, casi una utopía.  

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