Brasil, Chile, Uruguay y Ecuador defienden a Argentina en el caso YPF
Los países sudamericanos se presentaron como "amicus curiae" en la Corte de Apelaciones de Manhattan.
Brasil, Chile, Uruguay y Ecuador se unieron en una muestra de solidaridad en la Corte de Apelaciones de Manhattan, en Estados Unidos, para respaldar a Argentina en el caso de la expropiación de la petrolera YPF en 2012.
Presentándose como "amicus curiae", los países expresaron su preocupación por la posible condena de Argentina a pagar US$16.000 millones, argumentando que dicha sentencia podría perturbar las relaciones comerciales con otros países soberanos y sus residentes corporativos en Estados Unidos.
En un comunicado conjunto, estos países acusaron a la jueza Loretta Presta de aplicar incorrectamente la ley estadounidense en un asunto que consideran de naturaleza doméstica argentina. Argumentaron que el fallo de primera instancia podría tener un impacto negativo en la participación de empresas de la región en Wall Street y en las relaciones económicas entre los países latinoamericanos y Estados Unidos.
Según compartió el mismo medio, en el escrito, Brasil y Uruguay remarcan que "los pueblos de la región no deberían verse obligados a soportar las consecuencias económicas de una sentencia que flagrantemente aplica mal la ley vigente, y fue dictada por un tribunal que nunca debería haber ejercido jurisdicción".
Chile y Ecuador hicieron enfásis sobre el peligro de estas sentencias "cada vez mayores y más amplias por parte de tribunales estadounidenses".
El respaldo no solo provino de los gobiernos regionales, sino que también varias provincias argentinas productoras de hidrocarburos, el Colegio Público de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires y ex jueces argentinos también se sumaron a la causa.
Mientras tanto, en paralelo al caso en curso, la empresa demandante, Burford Capital, presentó un extenso escrito solicitando información sobre posibles bienes del Estado argentino que podrían ser embargados en caso de una condena. Este movimiento indica una escalada en la tensión del caso, que podría prolongarse en un proceso judicial largo y complejo.
