Para ver esta nota en internet ingrese a: https://www.diarioelzondasj.com.ar/a/305460
Navegando entre cristales

La historia de Héctor y sus barcos dentro de botellas

El jubilado fabrica artesanías de modelismo naval adentro de botellas de vidrio, con mucha paciencia y dedicación, pone todo para hacer estas obras de arte. Encuentra en esta actividad un escape y asegura que es el único en cuyo que las fabrica.

Héctor Adolfo González es un jubilado, que pasa sus días con un particular pasatiempo: hacer barcos de madera dentro de botellas de vidrio.

Héctor Adolfo González es un jubilado, que pasa sus días con un particular pasatiempo: hacer barcos de madera dentro de botellas de vidrio. Héctor fue Marino y siempre le gustó el modelaje naval; desde hace 10 años se dedica a esto y lo hace solo como un hobby.

Asegura que es la única persona en cuyo que hace este tipo de artesanías. "He trabajado en muchas cosas y me he jubilado como Marino. Siempre me gustó el aeromodelismo, pero debido al costo elevado de la madera balsa, ahora me dedico al modelismo naval", comenta Héctor, quien realiza esta actividad a diario en la esquina de España y Libertador, justo al frente del centro cívico, donde de jueves a domingo va a vender sus artesanías.

El jubilado fabrica artesanías de modelismo naval adentro de botellas de vidrio, con mucha paciencia y dedicación pone todo para hacer estas obras de arte.

Héctor asegura que cada barco le lleva unos tres días de trabajo. Afirma que no necesita el dinero, por lo tanto, les pone un precio simbólico para poder venderlos. Trabajando en la construcción de estos barcos, Héctor pasa sus horas; siendo viudo y jubilado, asegura que tiene todo el tiempo del mundo. "Mi señora murió hace varios años y ponerme a hacer esto me saca de este mundo. Hacer modelismo naval es muy delicado; hay que poner mucha concentración. A veces parece fácil, pero para hacer este tipo de trabajo, uno tiene que estar en un lugar solo donde nadie lo moleste para poder dedicar toda su concentración".

 

He roto un montón de estos barcos hasta que empecé a hacerlos bien

 

"Los vendo a $5000 para ponerles un precio simbólico, porque si tuviera que ponerles un precio, sería más alto. Reconozco que $5000 por tres días de trabajo por cada botella no es redituable", señala. "Hay gente que me dice que nunca ha visto estos barcos en su vida y eso me hace sentir muy orgulloso. El premio que me llevo es saber que no hay nadie más que lo haga y siempre quiero enseñarlo. Pero pasa que esto requiere mucha paciencia; he querido enseñarles a muchos chicos del barrio, pero luego del primer día, me han dicho que ya no iban a seguir con eso", agrega el jubilado.

Este es uno de los tantos barcos que fabrica a mano Héctor Adolfo González.

Héctor trabaja con unas cuatro o cinco herramientas, que son alambres galvanizados que él ha doblado con diferentes medidas para poder introducirlos dentro de la botella y, poco a poco, armar los barcos. Además, usa un cuchillo para tallar madera y pintar las partes de los diferentes modelos.

"Hay que pintar todo por fuera y luego, con estos alambres, los inserto adentro. La herramienta principal es la paciencia y el esfuerzo, por eso, muchos no lo quieren hacer", destaca mientras lamenta que: "Yo me muero y esto se va a perder, porque no hay mucha gente que lo haga. En internet, uno puede ver cómo hacer modelismo naval, donde le explican paso a paso cómo armar un barco dentro de una botella".

Este es uno de los tantos barcos que fabrica a mano Héctor Adolfo González.

Héctor aprendió solo tras muchas y muchas horas de trabajo, y ahora quiere que alguien pueda aprender su labor, para que en la región cuyana este tipo de artesanías no mueran con él.

De jueves a domingo, a eso de las 18, Héctor va con sus barcos a la esquina de España y Libertador, pone sus artesanías, que tanto tiempo le demandan y se sienta a esperar que la gente se acerque a preguntar por estos. El jubilado asegura que sus artesanías son ideales para regalar, ya que son apreciadas por su particularidad. "En una casa, la gente los cuida un montón porque saben que son cosas muy lindas ", asegura Héctor con orgullo.

El jubilado fabrica artesanías de modelismo naval adentro de botellas de vidrio, con mucha paciencia y dedicación pone todo para hacer estas obras de arte.

Con cada barco que construye, Héctor no solo está creando una obra de arte; está dejando un legado que perdurará mucho más allá de su propia vida. En un mundo que cambia rápidamente, su dedicación al arte tradicional es un recordatorio de la belleza y la importancia de mantener vivas las antiguas tradiciones en un mundo moderno.

Últimas noticias

Ver más noticias