Cada vez se consume menos leña y es más difícil conseguirla
Desde finales del año pasado cuando aumentaron los precios disminuyó la demanda y para colmo empezó a escasear lo que tornó más difícil la situación para los expendedores.
Primero aparecieron los problemas para conseguir que la leña llegue a San Juan, y luego sucedió la caída en las ventas que comenzó a evidenciarse a fines del año pasado. Ahora en lugar de provenir de La Rioja es traída desde Chaco y tampoco es de la misma calidad.
Así lo explica a Zonda Diario, Juan Tores propietario del reconocido y tradicional corralón El Carrerito ubicado en Mendoza y Saavedra en Chimbas.
Tores cuenta que primero comenzaron a tener problemas con el abastecimiento y cada vez costaba más para que lleguen los camiones cargados con la leña desde La Rioja.
Es por eso que empezó a ingresar desde el Chaco pero con el inconveniente de que esto generó un incremento en los precios debido a las distancias que deben recorrer los camiones, el gasto en combustible y el tiempo que tardan en ir y volver con la carga. De dos días se pasó a una semana.
Es que para alguien que transporta debe al menos cargar un equipo con unos 40 mil kilos para amortiguar los gastos que le provoca el traslado.
Juan Tores se dedica a la venta de leña en el tradicional corralón de Chimbas desde hace
45 años.
Tores asegura que allá por octubre, antes de las elecciones comenzó a bajar la venta.
Es por eso que en lugar de los 12 mil kilos semanales que descargaba en su corralón, pasó a unos 8 mil semanales.
El consumo cayó bruscamente tanto que ahora apenas se vende la mitad de lo que solía venderse normalmente.
Al no conseguirse la leña en la vecina provincia de La Rioja ahora se compra en el Chaco, pero con alguna diferencia. El que viene del norte del país es quebracho colorado y no amarillo como el riojano. "La gente prefiere el amarillo porque dicen que se hacen mejores brazas y duran más", afirma.
Sobre los precios el kilo de leña, sea quebracho o algarrobo tienen el mismo valor: 200 pesos el kilo, o sea 2.000 los 10 kilos, mientras que el álamo que sirve para prender el fuego, cuesta 700 pesos.
Tores expresa que una de las razones que se dejó de abastecer desde La Rioja es por la escasez en esa provincia y porque además en los últimos tiempos llegaba todavía verde.
Lo cierto es que ésas tremendas parvas de gran altura conformadas por la leña acumulada en el corralón ya no son tales y están notablemente reducidas.
"Hay días que se vende algo y otros nada", lamenta quien hace casi 45 años se dedica a esta labor y supo acaparar durante todos esos años una gran clientela en su tradicional comercio.
