Constatan que a José Amarfil lo mataron e imputarán a la única detenida: detalles

Avanza la investigación por la muerte de José Marcelo Amarfil, de 46 años y confirman que fue asesinado. Esto ocurrió en la madrugada de este miércoles, en el interior del auto de la presunta asesina, Luciana Teresita Bustos, de 33 años. El hecho tuvo lugar, precisamente, en calle Pellegrini, entre calles Solis y Santiago del Estero, localidad de Las Chacritas,9 de Julio. Allí, encontraron a la detenida semidesnuda y, luego, la fatídica escena del crimen. 

En principio, Bustos alegó que su amigo, Amarfil, tuvo un "brote psicótico" y empezó a autoagredirse con un cuchillo. Sin embargo, las autoridades constataron que eso no fue así y que las heridas que presenta la víctima coinciden con las de un ataque en su contra. 

En diálogo con Zonda Diario, el fiscal a cargo de la investigación, el doctor Francisco Pizarro, consigna que "la autopsia ha determinado que las lesiones son compatibles con un homicidio". Ante eso, la principal sospechosa es Bustos, quien estuvo con él al momento del hecho y, justamente, en un Ford Fiesta, que le pertenece. 

Ante este panorama, las autoridades judiciales avanzarán en imputar a la presunta autora del crimen, por el delito de homicidio simple."La muerte es violenta y los cortes no han sido autoinfringidos, se lo ha realizado otra persona", resalta Pizarro

Además de la autopsia, ahora, esperan lo que se pueda obtener de otra prueba que será importante. Se trata de un teléfono celular, que fue secuestrado y que analizarán su contenido. "Tienen que notificar a la defensa, poner fecha para la pericia, pero ya está pedida la orden para la requisa del teléfono, como así también, otros materiales genéticos. Se hizo levantamiento de rastros, de ADN, del auto. En todo se está trabajando", consigna el fiscal. 

Por ahora, cuentan con algunos testimonios, de personas que tomaron contacto con Bustos, después del hecho. "Ella ha hablado con alguien cercano a la víctima (sería la hermana de Amarfil)", indica. 

Con este panorama, la figura que caratularía fiscalía es la de Homicidio simple. "Si surgen mayores elementos que nos lleve a cambiar la calificación", expone Pizarro. 

El hecho

Cerca de las 2 de la madrugada de este miércoles, un agente policial de la Comisaría 31º, se encontró con una mujer sin remera, pantalón corto y manchas de sangre, en calle Pellegrini, entre  Solis y Santiago del Estero, en Las Chacritas. Se trataba de Luciana Teresita Bustos.  Al entrevistarla, relató que su amigo, en este caso Amarfil, se había autoagredido y, de esa forma, se quitó la vida en el interior de su auto, que estaba estacionado a unos metros, sobre la banquina. 

El funcionario policial y la protagonista se acercaron al auto, marca Ford Fiesta, donde observaron que yacía el cuerpo de Amarfil, casi en el asfalto, precisamente, al costado de la puerta del conductor y totalmente desnudo. 

Ante esta escena sangrienta, intervino personal de la División Criminalística y UFI Delitos Especiales, quienes avanzaron en las correspondientes tareas de investigación. La mujer indicó que de un momento a otro, Amarfil tuvo un brote psicótico y comenzó a autoagredirse con un arma blanca, lo que le provocó la muerte en el lugar. 

En este marco, los especialistas realizaron el examen del interfecto, y en el lugar establecieron que Amarfil presentó múltiples manchas de sangre, sobre todo, en el rostro, miembros superiores y tórax. Asimismo, tenía heridas de bordes netos compatibles con herida de arma blanca en la mejilla derecha, submentoniana, en cara anterior y laterales del cuello, que seccionaron músculo esternocleidomastoideo derecho y paquetes vasculares del cuello, siendo múltiples las heridas, en patrón de degüello. Por otra parte, presentó una herida cortante en falange distal del dedo índice izquierdo. 

En ese mismo relevamiento, constataron que Bustos también presentaba una herida en su brazo derecho, compatible con una mordedura. Sumando esto a las manchas de sangre que se evidenciaron en distintas partes de su cuerpo. Por todo ello, las autoridades dispusieron que sus manos quedaran ensobradas, como así también sus pies, para la toma de muestras.