¡¡Vacaciones!! ¡Al fin!

¡Claro que siiii! A todos nos viene bien hacer un alto en las ocupaciones del año, que los chicos no vayan a la escuela y los padres estén un poco más libres. Y si no te tocan vacaciones en enero, lo mismo es un mes donde nuestra actitud es otra, de relajación, calma, agua, poca ropa y ojotas.
¿Descansa solo el cuerpo? ¿Haces descansar tu mente?

Es importante tener esto en cuenta, no solo descansa el cuerpo. Si bien todas las partes del cuerpo necesitan un descanso anual, no olvidemos al cerebro, uno de los órganos más importantes y que no tenemos en cuenta a la hora de la relajación, tal vez porque trabaja en silencio y no sabemos mucho de él.
Recordemos que el cerebro controla la respiración, la frecuencia cardíaca, la digestión, la temperatura, los cinco sentidos y el movimiento, nos permite pensar, comunicar, emocionarnos y opinar.

¡Tiene mucho trabajo! Lo ideal sería que todo el año tuviera trabajo y a la vez descansara también. Según su actividad, es probable que trabaje hasta cuando dormimos.

Entonces le demos una pausa.

Hoy, quiero dejarte unos tips para el descanso mental, le servirá a tu cuerpo y por supuesto al cerebro. 

• Busquemos actividades que te gusten, que no realizás durante todo el año, para que se reestablezca el equilibrio natural, biológico y emocional, pueden ser muy variadas.
• Pasá momentos en contacto con la naturaleza, el aire libre favorece el pensamiento, puede ser la montaña, el mar, el rio, la plaza, el parque. Experimenta la contemplación, admirar el paisaje puede ser muy beneficioso.
• Disfruta las pequeñas cosas cotidianas, dales tiempo, sin apuros, encontrarás algo distinto que no ves habitualmente, la simplicidad te llevara a los mayores placeres.
• Usá poco el celular, la desconexión reduce el estrés, te llevará a ser creativo/a y estimulará tus neuronas.
• Permítete decir que no, sin culpa, es el momento de hacerlo, realiza con libertad solo lo que tienes ganas de hacer.
• Crea, exprésate, aprovecha para hacer eso que siempre quisiste realizar y nunca tuviste tiempo que estimule tu mente, por ejemplo, canto, pintura, baile, toca un instrumento, fotografía, actúa, lee poemas, escribe.
• Medita, puedes empezar por tiempos breves y luego ir alargando esos periodos para que tu cerebro se adapte y logre hacerlo.
• No uses la agenda, todo lo que hagas que sea espontáneo, sin presiones, sin planificación.
• Pueden ayudarte los juegos mentales que estimulen, como crucigramas, sudoku, juegos de estrategia, adivinanzas que te permitan compartir momentos en familia y que divierten mucho a los niños.
• Lee un libro nuevo que no se relacione con el trabajo.

Una vez que empieces, encontrarás muchas actividades para realizar, la imaginación y el ingenio forman parte del cambio para escapar de la rutina.

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Alicia Macías, coach ontológico profesional, Aacop nro. 7231