El "Ñoño" estaba prófugo y andaba haciendo arrebatos
El sujeto, andaba con un cómplice, delinquiendo en el interior de algunos barrios de Rivadavia. La Unidad Motorizada N° 4, lo detuvo y ahora volvió al Penal.
El "Ñoño" Artazo es un delincuente que está catalogado como peligroso. Estaba cumpliendo una condena por un resonado caso, en el que murió una mujer, pero luego de obtener las salidas transitorias, la Justicia lo declaró prófugo.
Pero eso no es todo. Sebastián Carlos Artazo, alias el "Ñoño" (38), procedente del barrio Frondizzi, no para de delinquir y su tiempo afuera de la cárcel lo aprovechó para intentar cometer varios arrebatos en algunos barrios del departamento Rivadavia.
Su carrera delictiva, en estos últimos días, la compartía con un cómplice. Se trata de Renzo Agustín Amaya, un joven de 19 años, oriundo de Rawson, según informaron fuentes policiales.
Estos muchachos tarde o temprano, iban a caer y ahora, gracias al rápido accionar de los efectivos de la Unidad Motorizada N° 4, perdieron la libertad.
Ocurre que en la noche del último martes en su alocada carrera por perpetrar robos en la vía pública, el Ñoño y su amigo, fueron aprehendidos en calle Rastreador Calívar al norte de calle Coll, en Rivadavia.
Según comentaron fuentes policiales, los motochorros intentaron realizar varios arrebatos en el interior del barrio UDAP II.
Una de las damnificadas, identificada por el apellido Flores, fue quien alertó a la Policía ya que a ella le quisieron robar su celular.
Fue entonces, que los efectivos de la Motorizada N°4 con la colaboración de los de la Seccional 30, se abocaron a rastrearlos para detenerlos.
Una vez que los detuvieron, los identificaron y allí descubrieron que el "Ñoño" Artazo estaba prófugo de la Justicia.
Los uniformados le secuestraron una moto marca Motomel Bit 110, dos cascos de color verde y negro y un chaleco refractario verde.
Artazo fue condenado porque le arrebató la riñonera a una anciana de 70 años, identificada como Eva Hortencia Albarracín.
La mujer falleció a los pocos días y en un primer momento, se lo señaló como responsable de esa muerte.
Luego las pruebas indicaron que el deceso se había producido por causas naturales y el acusado zafó de un delito más grave. Solo fue condenado por el robo.
