"Mi mamá es mi motivación para ir por todo con Lomas"

Hace 12 años atrás llegó al club del Barrio Fortabat. Vive cerca y aunque le gustaba el fútbol, con su mamá de la mano y cierto temor, llegó con un bolso y sus patines.

Lisandro siempre fue de contextura delgada pero rápido de piernas para correr, por eso cuando estaba en una cancha de fútbol el lateral derecho era de su propiedad. Subía y bajaba como ninguno.

Pero a los siete años decidió probar con los patines. Cuando empezó en la promo no dejaba de mirar hacia la baranda, para ver si ella estaba allí. Y... sí, ella estaba. Porque mamá Adriana lo llevaba, lo esperaba y lo traía de vuelta a casa.

Pero no fue, que lo acompañó en las categorías formativas, fue siempre junto a papá Dante.
Lisandro hizo el camino largo para llegar a primera. Eso significa que se inició en promo, premini, mini, preinfantil, infantil, precadete, cadete, prejuvenil, juvenil, prejunior y junior, siempre en Lomas de Rivadavia.

Doce años. Se pasaron volando, para que hoy el jugador que usa la camiseta número 22 y lo apodan el Loco Lichi, sea una de las piezas claves de Lomas de Rivadavia que pelea por todo lo que está jugando en este cierre de año.

"Llegamos bien, enteros y con ganas de buscar todo. Se ha juntado la final de la Liga con el cierre del torneo clausura. Creo que este es el fruto del trabajo que se ha hecho en todo el año. La idea era llegar a pelear todo", cuenta el Lichi mientras arma el bolso para ir al entrenamiento.

Lomas, dirigido por Jorge Otiñano, tiene un plantel muy cargado de jugadores de experiencia como el arquero Andrés Garramuño, el capitán Víctor Bertrán, Guillermo Babick, Santiago Serafini y Maxi Ortiz. A ellos se suman la juventud de Gastón Sassul, Benjamín Tejada, Matías Mateo y el Lichi Riveros.

"Soy una variante del equipo, eso te obliga a estar siempre listo. Por allí cuando estás en el banco se pueden ver cosas que dentro de la cancha no ves. Soy consciente que estoy haciendo los primeros pasos en primera y lo importante es sumar experiencia", cuenta el pibe de 19 años que marcó goles en los últimos seis partidos que jugó Lomas, sea de Liga como del Clausura.

Hace tres años que tuvo la primera citación a primera con apenas 16 y eso fue una emoción que se compartió en familia. 

"Uno busca cumplir el sueño de llegar a Primera, pero sabe que es difícil poder conseguirlo si no entrenas, si no te comes banco en la categoría de arriba y si no dejas de intentarlo. Nunca bajé los brazos, porque mis viejos me enseñaron que todo sacrificio tiene su premio" remarca el Lichi  que en este año no solo jugó en primera sino que también jugó el Argentino Junior.

Pero para llegar a este momento de consagración, Lichi debió sortear una prueba muy difícil.
No fue una lesión, no fue un desgaste de años, fue algo doloroso que casi lo noquea.

A principio de año a su mamá le diagnosticaron una enfermedad por la que debió luchar mas de la cuenta. El miedo fue grande.

Y entonces la compañera que lo traía al club. La fans número 1 que tenía en la tribuna, no estaba porque se quedaba en casa recuperándose.

"Uno a veces como niño, adolescente o joven cree que tiene a la mamá o el papá de roble y que nunca le va a pasar nada. Sin embargo este año mi mamá tuvo que pasar una prueba de fuego muy grande con su salud. Allí me di cuenta mas todavía del valor que tiene mi vieja. Es una luchadora, no se rindió y ganó" cuenta con la voz algo quebrada Lisandro.

Adriana es hermana de Roberto, Eduardo y Fabián Gonzalez, reconocidos jugadores de fútbol de  San Juan. Además es mamá de Francisco que hoy es jugador de fútbol de Gimnasia de La Plata.

"Cuando entro a la cancha siempre busco a mis viejos en la tribuna y cuando no la veía a mi vieja era duro. Terminaba el partido y agarraba el teléfono para llamarle y contarle como me fue. Fueron meses muy duros. Me costó mucho llegar a primera, pero creo que no lo hubiera logrado nunca si mi vieja no estaba allí para alentarme. Por eso mi mamá es mi motivación para ir por todo con Lomas. Crecí,  jugué toda mi vida acá, soy hincha pero soy más hincha de mi vieja y quiero regalarle goles y el título porque junto con mi viejo se merecen todo, no sería nada sin ellos"... al final de su alocución el silencio se apodera del Lichi. Se emociona al hablar de sus padres, pero sobre todo de Adriana: su mamá... Su inspiración.

UN FAMILIA SUPER DEPORTIVA LA DE LOS RIVEROS GONZALEZ

Lisandro Riveros juega al hockey desde los 7 años, su hermano Francisco  es jugador de fútbol de Gimnasia de La Plata. Ambos deportistas son sobrinos de Roberto, Eduardo y Fabián Gonzalez, jugadores vinculados con Villa Obrera, San Martín y Unión de Villa Krause.

El papá del Lichi es Dante que es el actual presidente del Club Vilos, institución importante que  trabaja mucho con inferiores  de fútbol.