El Viernes 13: Más que un simple día del calendario
Viernes 13: origen, historia y por qué se considera día con mala energía.
Desde tiempos inmemoriales, el viernes 13 ha sido considerado un día envuelto en superstición y misterio. Las calles, usualmente bulliciosas, se vuelven más silenciosas; los más temerosos evitan tomar vuelos o realizar actividades que consideran arriesgadas. Pero, ¿de dónde proviene este temor al viernes 13? ¿Es simplemente una fecha en el calendario o hay un oscuro secreto detrás de su fama?
El temor en las palabras
Dos términos curiosos, paraskavedekatriafobia y friggatriskaidekaphobia, evidencian el profundo temor hacia este día específico. Estas palabras, aunque de difícil pronunciación, reflejan la arraigada creencia en el infortunio que puede traer el viernes 13.
Por supuesto, aquellos que se suscriben a estas supersticiones pueden evadir caminar debajo de escaleras, el contacto con gatos negros o el rompimiento de espejos. Pero, el viernes 13 se distingue por ser un día especialmente temido.
La dualidad del 12 y el 13
Contrastando con el viernes 13, el número 12 en la cultura occidental ha sido tradicionalmente asociado con la integridad y la completitud. Lo vemos en las 12 tribus de Israel, los 12 dioses del Olimpo, los 12 trabajos de Hércules, y más. Esta apreciación positiva del número 12 hace que el número 13 parezca aún más ominoso.
La superstición del número 13 posiblemente tenga sus raíces en la Biblia, específicamente en la Última Cena. Se cree que tener 13 comensales en una mesa es un mal presagio.
Origen del viernes 13
En la Edad Media el rey Felipe IV de Francia, con el apoyo del papa Clemente V, ordenó las redadas para detener a todos los Templarios del país el viernes 13 de octubre de 1307, hecho al que se atribuye la leyenda de los malos augurios asociados a este día de la semana cuando cae en 13. El asalto a los templarios alcanzó una gran notoriedad a causa de las escabrosas acusaciones que se les imputaron, la tortura a los que los sometieron los inquisidores.
