Confirman la muerte de una tercera víctima argentina en el atentado a Israel
Una ciudadana argentina, identificada como Silvia Mirensky, perdió la vida en un incendio provocado por los ataques del grupo terrorista Hamás en Israel.
Silvia Mirensky perdió la vida en los recientes ataques perpetrados por el grupo terrorista Hamás en Israel durante el pasado sábado. La mujer, de 80 años, residía en un kibutz ubicado a 17 kilómetros de la Franja de Gaza y se convierte en la tercera víctima argentina confirmada en estos trágicos acontecimientos.
Silvia Mirensky, originaria de Buenos Aires, falleció debido a un incendio que se desató en su residencia como resultado de los ataques. La hermana de la fallecida, Zulema, desde Israel, confirmó la triste noticia en una conversación con Infobae. Según Zulema, durante la madrugada del sábado, los palestinos lograron romper el cerco de seguridad e ingresaron a la zona donde vivían. Los invasores irrumpieron en las viviendas, gritaban y documentaban sus acciones.
Mirensky vivía en el kibutz de Ein Hashloshá, y su casa estaba cerca del borde del asentamiento. Ante la incursión de los atacantes, la víctima buscó refugio en el cuarto de seguridad que la mayoría de las casas israelíes poseen. Pasó la noche allí y luego salió para desayunar. Sin embargo, se produjo una explosión que destruyó la habitación segura. Silvia Mirensky corrió nuevamente hacia el interior de su hogar, pero el estallido había provocado un incendio que resultó fatal.
"No sabemos exactamente qué arrojaron, son conjeturas, pero fue como una bomba que inició el fuego, la realidad es que la quemaron viva. Eran las 9 de la mañana", lamentó Zulema, quien reveló los detalles de la tragedia. La hermana de la fallecida describió a Silvia como una mujer viuda que se encontraba muy nerviosa. La noticia de su fallecimiento se confirmó más tarde ese día.
Silvia Mirensky llegó a Israel con su esposo y sus dos hijos pequeños meses antes de la Guerra de Iom Kipur en 1973. Inicialmente, se instalaron en Ashkelon, otra ciudad del sur del país, y en 1978 se mudaron al kibutz, una de las numerosas granjas colectivas que caracterizan la vida en Israel.
En su etapa anterior en Buenos Aires, Silvia había sido ama de casa, y en esta ciudad argentina nacieron sus dos hijos. En Israel, trabajó en la fábrica del kibutz, donde se fabricaban carpetas para oficinas. Hasta su jubilación, se mantuvo activa en la vida comunitaria y laboral de su hogar adoptivo en el kibutz.
La trágica muerte de Silvia Mirensky es un testimonio doloroso de los recientes eventos violentos que han afectado a la región y un recordatorio de la importancia de la paz y la seguridad para todas las comunidades involucradas en el conflicto en curso.
