Sanjuanino socorre a su vecina de motochorros armados que ya están en libertad
La víctima fue abordada por dos motochorros que la amenazaron a punta de arma de fuego para que entregue sus pertenencias. Sin embargo, un vecino justiciero salió a socorrerla. Los delincuentes fueron capturados luego, pero zafaron de ir a la cárcel.
Luego de un violento asalto que ocurrió el pasado jueves 7 de septiembre, en el que la víctima fue una mujer, dos motochorros terminaron detenidos por la Policía. En ese marco, hoy se sentaron frente al juez y los condenaron con penas condicionales. Los acusados en cuestión fueron identificados como Vedia Mario Nicolás y Olivera Alan Gabriel.
Les dictaron 3 años de prisión en suspenso, por el delito de robo agravado por el uso de arma de fuego, cuya aptitud para el dispado no pudo ser acreditada, en grado de tentativa.
En eso, las autoridades detallaron que Vedia y Olivera intentaron robarle la mochila a la mujer, en la que solo llevaba zapatos, $3.000 y su documentación personal. Sin embargo, ella trató de resistirse y gritó fuertemente por ayuda. Fue allí cuando salió un vecino de la zona, quien intervino rápidamente y espantó a los delincuentes para que estos escapen. En eso, hubo momentos de tensión, ya que uno de los malvivientes le apuntó directamente al justiciero, aunque afortunadamente no gatilló.
Todo ocurrió a plena luz del día, precisamente a las 17:30, en inmediaciones de calle Barranca Colorada, antes de Pasaje Brranca Colorada, a pocos metros de la casa de la víctima, en el Barrio Valle Pintado, en Santa Lucía. Fue allí cuando aparecieron los delincuentes y cometieron lo mencionado anteriormente.
Al momento de darse a la fuga, los motochorros lo hicieron a toda velocidad. Mientras eso ocurría, alertaron al 911 y la Policía comenzó la búsqueda de los dos sujetos, hasta los localizaron en inmediaciones de Villa America. Cuando los encontraron, sobre calle Ecuador, la Policía intentó detenerlos pero hicieron caso omiso.
En eso, inició una persecusión que se extendió hasta calle Maipú y Perú, en Concepción. Cuando pudieron detenerlos, los delincuentes se ofuscaron con las autoridades policiales, al punto de insultarlos. Cuando los revisaron, ya no llevaban en su poder el arma de fuego. Finalmente, terminaron alojados en la Comisaría 2da, donde estuvieron hasta hoy.
