El Papa Francisco visita a Mongolia en busca de paz y compromiso ambiental
El Sumo Pontífice emprende un viaje de cuatro días a Mongolia, un país mayoritariamente budista, para promover la paz, el diálogo interreligioso y la conciencia ambiental desde el "corazón de Asia".
El Papa Francisco ha llegado a Mongolia en una histórica visita de cuatro días destinada a llevar un mensaje de paz y conciliación a esta ciudad mayoritariamente budista. El líder espiritual de la Iglesia Católica, conocido por su compromiso con la justicia social y el medio ambiente, buscará tocar los corazones de la gente desde lo que él llama el "corazón de Asia".
Francisco arribó a Mongolia después de un sobrevuelo por el espacio aéreo chino y envió un telegrama de saludo al presidente Xi Jinping, en un gesto que subraya los esfuerzos por mejorar las relaciones entre la Santa Sede y China.
El primer día de su visita, el Sumo Pontífice dedicará tiempo para descansar en la Nunciatura Apostólica, según lo programado. Se espera que este tiempo le permita recuperarse antes de comenzar una serie de compromisos oficiales y discursos que abordarán temas de relevancia universal, con un enfoque especial en la importancia de la protección del medio ambiente.
El punto culminante de la visita será el lunes 4, cuando el Papa Francisco se reúna con misioneros y presida la inauguración de una casa dedicada a las víctimas de violencia y personas sin hogar. Este gesto reafirma su compromiso con los más necesitados y refleja su llamado a la compasión y la solidaridad.
La visita papal a Mongolia marca la número 43 desde su inicio en 2013 y representa un hito significativo en el esfuerzo de Francisco por promover la paz, el diálogo interreligioso y la conciencia ambiental en todo el mundo. La visita concluirá con su regreso a Roma desde Ulán Bator, un momento que dejará una huella duradera en la memoria de Mongolia y el mundo entero.
