Los intendentes reelectos y los que no fueron candidatos
Tres de ellos accedieron a un segundo mandato, mientras que otros tantos eligieron no presentarse cuando tenían la opción de hacerlo. Rosas, Orrego y Espejo son los que continúan.
Romina Rosas, en Caucete; Juan José Orrego, en Santa Lucía y Jorge Espejo, en Iglesia, conforman el selecto grupo de intendentes que fueron reelectos en las elecciones del pasado 14 de mayo en San Juan.
En cambio, aun cuando disponían de la posibilidad de acceder a un segundo mandato, optaron por no hacerlo Armando Sánchez, en Pocito; Jorge Palmero, en Albardón y Mario "Cacho" Martín, en Sarmiento.
Además, éstos últimos tampoco se postularon para ser candidatos a diputados departamentales, algo casi normal y natural, una costumbre y tradición en el Justicialismo sanjuanino, que el intendente saliente es número puesto para la diputación departamental.
Rosas llegó a la jefatura comunal en 2019 para suceder a Julián Gil y se puso a consideración nuevamente en la pasada elección en la que alcanzó el número de 6. 530 votos. Sumados a los de las otras tres listas de la subagrupación Vamos San Juan y a los de las cuatro de San Juan Vuelve, el frente totalizó 15.541 superando ampliamente los 6.352 del Frente Unidos por San Juan.
En Santa Lucía Juan José Orrego llegó a ese sitial en la misma fechwa, pero en este caso heredando lo que le dejó su hermano Marcelo.
Fue por la reeleción y consiguió 15.819 sufragios, que agregado a la otra lista de Cambia San Juan, el frente Unidos por San Juan totalizó 19.370 votos contra los 11.068 de San Juan por Todos.
Jorge Espejo retuvo el dominio del Partido Bloquista en Iglesia y revalidó la supremacía de su socio, el Frente de Todos, en el departamento.
Acumuló 2.886 boletas a su favor, acaparando el frente 4.997 por encima de los 880 de Unidos por San Juan.
Los que no se presentaron
También fueron tres los que estaban habilitados para aspirar a un segundo mandato en las pasadas elecciones. Sin embargo, por diversos motivos decidieron no jugar y retirarse a los cuarteles de invierno.
Es el caso de Armando Sánchez, en Pocito. El exministro de Desarrollo Humano tomó la posta que le dejó Fabián Aballay que habiendo cumplido dos gestiones como intendente le intercambió roles. Sánchez a la intendencia y Aballay al ministerio. Ahora fue al revés, pero con la diferencia que el veterano dirigente priorizó la familia y el hogar.
Algo parecido sucedió con Jorge Palmero en Albardón. En 2019 se presentó para permitir la alternancia en el poder del matrimonio conformado por Juan Carlos Abarca y Cristina López que se repartieron el poder en los últimos años. Pero hasta ahí llegó. No hizo uso de la candidatura y Abarca volverá a ser el mandamás departamental.
En el departamento de Sarmiento se dio el otro caso
Alberto Hensel, imposibilitado de competir porque ya había completado sus dos mandatos, en 2019 respaldó a Mario "Cacho" Martín para que lo sucediera.
Pero en el medio hubo desavenencias y Hensel, el actual ministro de Gobierno provincial lanzó su candidatura para ser nuevamente intendente. Martín, no sólo que no se presentó a la disputa por el mando departamental, sino que tampoco hizo como la mayoría de los jefes comunales hace cuando deja la intendencia. Candidatearse a diputado departamental. En rigor de verdad, ninguno de los tres hizo uso de esa opción.
Con la implementación en la provincia de la ley Sipad se garantizaba la participación de la mayor cantidad de candidatos. Y así fue. Se presentaron más de 6 mil. No obstante, los mencionados prefirieron dar un paso al costado. Cosas de la democracia.
