Si hay fe, nada es imposible
Ivone Paéz es la mamá de Lucas Cortéz e integra la Asociación Guerreros por la Vida que nuclea a padres de niños oncológicos.
La vida de Ivone cambió completamente cuando su hijo pasó de tener otitis a ser diagnosticado con Leucemia. El pequeño comenzó con dolor de oído. Pero al tercer día del cuadro se complico y tuvo una gran hemorragia. "Tres días seguidos lo lleve de un medico a otro y no se percataron en hacerle un hemograma, un análisis fácil, que no demora"
"Le diagnosticaron leucemia y desde alli la vida nos cambió totalmente. Las defensas de Lucas eran muy débiles. Nos derivaron a Buenos Aires y le hicieron muchos estudios. Perdió la audición y ahora seguimos en la lucha. Ahora le han diagnosticado discinesia ciliar primaria, otra enfermedad que no tiene cura. "Pero para Dios, para mi y mis hijos nada es imposible", añade Ivone.
"Veo a muchos niños y sus familias luchar y tenemos que estar unidos y pelearla pero dependemos mucho de que la sociedad tome interés porque por allí no hay mucha empatía", dijo. "Esto es una lucha diaria y muy dura Ahora estamos esperando que la ley de oncopediatría se implemente que es otro paso mas que debemos dar. No podemos esperar porque los niños no pueden, la necesitamos ya".