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Murió Carlos Pairetti, una leyenda del automovilismo argentino

Murió Carlos Pairetti, una leyenda del automovilismo argentino.

Murió Carlos Pairetti, una leyenda del automovilismo argentino. Carlos Pairetti falleció a los 86 años. Marcó una era en el automovilismo, por sus triunfos, fue campeón de TC con el Trueno Naranja, como por su carisma. Superó los límites de la actividad y se convirtió en una personalidad muy popular.

Este 26 de septiembre falleció Carlos Alberto Pairetti, uno de los grandes pilotos del automovilismo argentino.​ Fue campeón de Turismo Carretera en 1968, tripulando el prototipo Steven Chevrolet 250, conocido popularmente como "Trueno Naranja". Nació en Clusellas, Santa Fe, el 17 de octubre de 1935, aunque adoptó a la ciudad de Arrecifes como su lugar. En los últimos tiempos enfrentó diversos inconvenientes de salud. Durante el fin de semana, había sido derivado desde Arrecifes a Pergamino, ya que había sufrido una complicación pulmonar y cardíaca.

"¿Sabés la sensación que tenía cuando llegaba a lugares como Mendoza, con los Grandes Premios, y aceleraba mientras la multitud abría paso? Era una locura, pero esas imágenes me acompañarán por siempre", recordaba Carlos Pairetti cuando hablaba de la enorme trayectoria que tuvo en el automovilismo argentino. Siempre sostuvo lo mismo: "Para mí, ganar un Gran Premio tenía más valor que ganar un campeonato. Por eso siempre valoré muchísimo los GP de 1963 y 1966. Es cierto que el título de 1968 y con un auto maravilloso como el ‘Trueno Naranja’ me catapultó a la gloria, pero íntimamente destaco aquellos logros".

De chiquito ya quería manejar por Arrecifes, el lugar que adoptó aunque su partida de nacimiento indique que es de Clusellas, Santa Fe. La pasión lo llevó a ser jefe de auxilios de Néstor Marincovich, tío de su amigo Carlos. "Yo trabajaba con un tío que era rematador y, cuando le dije que me iba a dedicar a correr en autos, me echó del trabajo", sonríe a la memoria. "Me fascinaba manejar sobre tierra o barro. Y yo sabía cuando comencé a correr que esas superficies me eran favorables". De inmediato, supo ser el contrapunto de los Gringos de Olavarría, los hermanos Emiliozzi, que aceleraban a pleno con Ford y Pairetti, enfundado en la bandera de Chevrolet.

La historia de Pairetti y el Trueno Naranja

Lo conocían como "Il Matto" ("El loco"), apodo que trajo tras su gran experiencia en la Fórmula 3 en Monza, con el equipo Automundo. Allí marchaba primero y encaró una curva sin levantar el pie del acelerador, lo que provocó un accidente. Su director deportivo, Juan Manuel Fangio, lo describió: "Eso le suele pasar a los que aceleran. A los que van despacio nunca les pasa nada…". Y vaya si Pairetti siguió acelerando. Aquella temporada de 1968 comenzó con el Barracuda, el auto construido por Vicente Formisano y empujado por un motor Chevrolet. Si bien había ganado en Balcarce, sabía que con ese medio mecánico no podía hacer frente a los poderosos Torino.

En un café compartido con Horacio Steven surgió la idea de hacer un auto con corazón de Chevrolet. Y ahí nació el proyecto de un auto que quedó en la memoria de todos: el "Trueno Naranja". "Cuando dije de correr en uno de esos autos, me trataron de loco", comentó Pairetti. Ese auto fue la evolución de los prototipos Ford, que habían sido protagonistas de varios hechos trágicos. "Tenía el tanque de combustible en los costados y ante el menor toque, chau. Le pusimos el tanque atrás, le colocamos el motor Chevrolet y modificamos varios aspectos", detalló "Il Matto".

Pero ese automóvil entró en la categoría de leyenda. Y para alimentarla, hay pequeñas historias que lo sustentan. "La verdad es que no teníamos con qué pintar el auto. Y como salimos a alas apuradas, mezclamos los colores que teníamos en el taller, y así quedó ese naranja tan llamativo. De hecho nunca encontramos el mismo color para repintarlo". "Yo era medio loquito corriendo, pero no comía vidrios. Antes de usar el Trueno probé unas 170 vueltas. En el debut, por el apuro, ni siquiera pudo clasificar, largó último en Buenos Aires, pero en pocas vueltas ya estaba entre los 6 de adelante. Y en ese mismo lugar, a fin de año, batió a Copello y se llevó la corona". En Arrecifes, su "lugar en el mundo", el intendente Salvatierra decretó asueto para celebrar el triunfo deportivo.

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