La pasión nunca se pierde
Sebastián Fernández perdió la movilidad de su cuerpo por un accidente practicando motocross. Pese a ese duro golpe de la vida, sigue entrenando y ya participó de competencias como Xterra y hasta el Ironman que se realizó en SJ.
A Sebastián Fernández una mala caída le cambió la vida. Sufrió un accidente en 2011 durante una carrera de motocross en Caucete. Se lesionó la médula y eso le produjo la pérdida de sensibilidad y movilidad desde el pecho hacia abajo.
"Pasé por internaciones, operaciones y rehabilitación. Y al principio de todo fue verle el final a la vida", comenta durante una entrevista en Zonda TV.
"Venía de competir muchos años en muchos deportes. De estar tan activo pasé a estar en cama sin poder moverme. La diferencia era chocante", dice.
Pero su pasión pudo más y frente a un escenario muy negativo, Sebastián se apoyó en el deporte para salir adelante. "Quería mostrar que una persona en silla de ruedas puede ser activa y hacer las mismas cosas", indica.
De a poco empezó a jugar al tenis en su silla de ruedas y de allí se animó a volver a manejar su auto. Consiguió el dinero y los permisos para correr el Dakar en cuatriciclo pero la organización no lo habilitó. Sin embargo no se frenó y encontró en el triatlón, la competencia más completa que lo llevó a trabajar sin descanso con un objetivo muy fuerte: el Ironman.
"Entrené mucho y fue un gran cambio en mi vida por el gran tiempo de entrenamiento. Pero lo pude hacer. Fue un gran logro", asegura.
También compitió en el Xterra; el Campeonato Argentino de Ciclismo, donde terminó ganando la contrarreloj; de la Vuelta Ciclística de Córdoba y del Maratón Internacional de SJ en 42 kilómetros.
"El Ironman me cambió la cabeza, aprendí muchísimo. Ya hemos programado con mis entrenadores para lograr objetivos relacionados hasta el año 2025 con Ironman. Al ser un triatlón me abre un abanico grande de disciplinas", asegura.
Y agrega que "en deporte adaptado no hay tanta continuidad de competencias. Por eso le apunte al triatlón que me mantiene activo"
De su experiencia Sebastián, deja una enseñanza. La adrenalina que da el deporte se puede disfrutar de muchas formas y aún teniendo una discapacidad.
Por ello asegura que practicar deporte adaptado puede ,así como paso con él, cambiar la vida de muchos chicos.
"Yo vi como los chicos con discapacidad se divierten y sería bueno que las familias se animen un poco más a que practiquen deporte adaptado", dice
"Con el deporte uno se fija objetivos. Eso te distrae de cualquier cosa que uno piensa y se convierte, sobre todo, en un objetivo de vida", añade.
"Se convierte en un motivo para vivir".
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