Racing y una vuelta olímpica en medio de las cacerolas
El 27 de diciembre de 2001, la Academia empató con Vélez en Liniers y se consagró campeón del Torneo Apertura, en medio de un gran crisis social, económica y política.
El ruido de las cacerolas y el grito de que "se vayan todos" retumbaba en todo el país en ese diciembre de 2001. De la Rúa abandonaba en helicóptero la presidencia, en medio de un gran crisis social, política y económica, crisis que dejó como resultado un país en llamas, 39 muertos, centenares de heridos y miles de detenidos.
El gobierno de la Alianza llegaba a su fin, un fin que comenzó a gestarse un año antes cuando Chacho Álvarez renunció a la vicepresidencia. En esos tormentosos y oscuros días que vivía Argentina, Racing buscaba un título local después de 35 años de sequía.
El equipo de Avellaneda llegó a la última fecha del Campeonato Apertura 2001 con una diferencia de tres puntos sobre River.
Un empate ante Vélez en Liniers le bastaría a la Academia para recuperar la sonrisa luego de muchos años de frustraciones, entre ellas, la de haber descendido a la B.
Sin embargo, ese último partido en el Amalfitani, ese último paso del célebre "paso a paso" que había declarado en más de una ocasión, con su voz ronca, "Mostaza" Merlo, técnico de Racing, parecía que debería esperar un poco más. Los hinchas de la Academia no lo podía creer, cuando estaban tan cerca de alcanzar nuevamente la gloria.
De la Rúa, antes de dejar el poder el 20 de diciembre, declaró el estado de sitio, medida que produjo, entre otras cosas, la suspensión de la última fecha del torneo Apertura que debía jugarse ese fin de semana. En algún momento se habló de postergar esa jornada para febrero de 2002.
Ramón Puerta, quien asumió la Presidencia en forma interina, convocó a Julio Grondona a una reunión. "A mí como hincha de fútbol me parecía una injusticia que no pudiera jugar Racing, pero inmediatamente lo agarré por el lado político, que era volver a un país normal. La televisión mostraba cosas feas: incendios, saqueos…
Por eso, me pareció muy bueno que la televisión de todo el país mostrara el partido por el campeonato y que la gente saliera a festejar", confesó años después Puerta a Ceferino Reato, en su libro "Doce Noches".
RACING EN LA CASA ROSADA
El sábado 22 de diciembre al mediodía, en Casa Rosada, se concretó el encuentro entre Puerta, su ministro del Interior, Miguel Ángel Toma, y el mandamás del fútbol argentino. Resultado de la reunión, positivo para el equipo de Avellaneda. Olé, en su tapa publicó: "Ganó Racing". El jueves 27 se jugarían dos partidos, los que definían el campeonato: Vélez vs Racing y River vs Rosario Central.
Una muchedumbre acompañó a Racing, la calurosa y luego lluviosa tarde del jueves 27 de diciembre, a la cancha de Vélez. Tan grande era la expectativa, que los hinchas que no pudieron ir a Liniers, llenaron el Cilindro de Avellaneda en donde se colocaron varias pantallas gigantes en donde se podría ver el partido.
A los ocho minutos del complemento, Gabriel Loeschbor, con un cabezazo, luego de un centro del colombiano Bedoya, abrió el marcador para la alegría del mundo Racing. Pero como fue costumbre en esos 35 años de sinsabores, el sufrimiento se adueñó una vez de los racinguistas, cuando a los 38 minutos igualó Mariano Chirumbolo.
Los últimos minutos fueron dramáticos, porque en el Monumental River goleaba a Rosario Central. El pitazo de Grabiel Brazenas marcando el final del encuentro, desató el festejo de los hinchas de la Academia en Liniers, en Avellaneda y en todo el país. Un festejo en medio del ruido de las cacerolas. Un festejo, en un país que comenzaba un nuevo siglo sumido en un caos político, social, económico e institucional.
