En Navidad, Francisco pidió "paz y concordia"
Desde la Basílica de San Pedro, en la bendición Urbi et Orbi (A Roma y al mundo), tradicional en Navidad, Francisco pidió "paz y concordia"En Navidad, Francisco pidió "paz y concordia" para el mundo y reclamó que haya "diálogo" para resolver los "muchos conflictos, crisis y contradicciones" globales.
En el mensaje navideño además pidió "solidaridad, reconciliación y pacífica convivencia" en toda América.
"Niño Jesús, concede paz y concordia a Oriente Medio y al mundo entero", pidió Francisco al dar la bendición Urbi et Orbi.
Además, lamentó que "en el ámbito internacional existe el riesgo de no querer dialogar, el riesgo de que la complejidad de la crisis induzca a elegir atajos".
Reclamó que "los caminos más lentos del diálogo son estos, en realidad, los únicos que conducen a la solución de los conflictos".
Así, Jorge Bergoglio lamentó que hay "muchos conflictos, crisis y contradicciones" que "parece que no terminan nunca y casi pasan desapercibidos".
"Nos hemos habituado de tal manera que inmensas tragedias ya se pasan por alto; corremos el riesgo de no escuchar los gritos de dolor".
El Papa deseó "que en los corazones de los pueblos del continente americano prevalezcan los valores de la solidaridad, la reconciliación".
También pidió por "la pacífica convivencia, a través del diálogo, el respeto recíproco y el reconocimiento de los derechos de todos los seres humanos".
En una referencia explícita a la situación global por la difusión del coronavirus, el Papa aprovechó el mensaje para pedir por "las víctimas de la violencia contra las mujeres que se difunde en este tiempo de pandemia", así como dedicó también un mensaje "a los niños y a los adolescentes víctimas de intimidación y de abusos".
Francisco reiteró sus pedidos para que se "encuentren las soluciones más adecuadas que ayuden a superar la crisis sanitaria y sus consecuencias".
También, insistió con el reclamo para "hacer llegar la asistencia necesaria, especialmente las vacunas, a las poblaciones más pobres".
En ese marco, no olvidó tampoco recordar "el drama de los emigrantes, de los desplazados y de los refugiados".
En Navidad, Francisco pidió paz y concordancia.
Al recorrer varios de los conflictos abiertos en el mundo por los que la Santa Sede mantiene su preocupación, Francisco lamentó la situación del "pueblo sirio, que desde hace más de un decenio vive una guerra que ha provocado muchas víctimas y un número incalculable de refugiados".
"Miremos a Irak, que después de un largo conflicto todavía tiene dificultad para levantarse", recordó luego sobre el país al que visitó en marzo de este año.
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